El movimiento popular “No con mi aceite” ha lanzado una campaña para eliminar la ecotasa destinada a reciclar el aceite usado del coche, porque su valor ha aumentado “hasta tal punto que muchos talleres lo subastan o venden” y, por tanto, puede auto-financiar su gestión ambiental sin ayuda de los conductores.
“Es ridículo que el consumidor siga abonando esta tasa”, subraya a EFE Miguel Pérez, portavoz de la plataforma, que se compone de usuarios de automoción “cansados” de pagar un gravamen para financiar una actividad que “hace años dejó de ser deficitaria”.
La tasa que cargan los fabricantes y distribuidores en la venta del aceite industrial, se repercute al consumidor en su factura, cuando éste compra aceite nuevo para su vehículo, directamente o a través de un taller mecánico.
Pérez insiste en que el residuo se ha convertido en un negocio “lucrativo” y su tratamiento ya no necesita ser subvencionado, por lo que han lanzado una campaña en change.org para reunir firmas y enviárselas al ministro Miguel Arias Cañete.
Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente explican que esta propuestas o cualquier otra es bienvenida en un momento en que están adaptando los distintos reales decretos que regulan los flujos de residuos para dar cumplimiento a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, aprobada en 2011.
En la actualidad, la cartera de Arias Cañete tramita la sustitución de la norma sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos para después acometer la actualización del resto, ha indicado a Efe un portavoz ministerial.
La causa de la subida del valor del aceite usado como materia prima se debe a la caída del aceite nuevo en el mercado (en torno a un 35 % desde 2007), por lo que “algunas plantas de tratamientos están infrautilizadas y pagan a los talleres”, añade Pérez.
El 70 % de los aceites usados son tratados para extraer de ellos nuevas bases lubricantes (esencial en la fabricación de nuevos aceites), y el resto se emplea como combustible industrial.
Esta necesidad de aceite usado ha supuesto una “guerra comercial” entre los dos sectores del tratamiento: la regeneración de bases y la valorización energética, que ha incrementado el valor del aceite usado hasta llegar a la situación actual.
“La contradicción es que el que contamina, el usuario del taller, paga, pero ‘el taller vende’. En esta situación ¿tiene derecho el taller a cobrar la ecotasa?”.
Por otro lado, el director de Relaciones Institucionales del Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados SIGAUS, Fermín Martínez de Hurtado, coincide en que hay plantas infrautilizadas porque hay mayor demanda que oferta de este residuo.
Sin embargo matiza: “puede que se esté pagando en los sitios donde la recogida no es cara, es decir, donde haya una cantidad importante o distancias cortas. Pero no es la tónica general”.
El aceite usado se genera en miles de talleres e industrias, de manera muy atomizada, por lo que “la mayor parte de las veces se recogen pequeñas cantidades en operaciones que, de no existir la financiación que efectúa SIGAUS, no se producirían”.
En 2013, SIGAUS realizó 160.762 operaciones de recogida en más de 30.000 puntos distintos del país. De ellas, 121.358, es decir, un 75%, fueron de cantidades de aceite usado menores de una tonelada (un camión cisterna pequeño tiene diez toneladas) y el 73 % fueron recogidas en poblaciones no capitales de provincia.
De hecho, más de la mitad de las recogidas fueron, a la vez, menores de una tonelada y en poblaciones no capitales, explica este portavoz.
“El que haya casos donde se esté pagando por el aceite usado para rentabilizar la instalación es un aspecto de la crisis. La reducción del consumo del aceite de lubricantes y la consecuente reducción de residuos, hace que la capacidad de tratamiento esté infrautilizada”.
Por otro lado, la subida de los precios del petróleo repercute en que los productos obtenidos de él para fabricar lubricantes también hayan subido de precio y, en consecuencia, los procedentes del aceite usado “compiten mejor y lo venden un poco más caro”.
Sin embargo, “todo esto no significa que el proceso sea autofinanciable: son operaciones que no son rentables por sí mismas”, concluye el portavoz de SIGAUS.
En España la ley obliga a regenerar el 65 % de los aceites usados. EFE