Efeverde.- La Secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, ha enfatizado hoy el valor de las colecciones de Historia Natural en la economía mundial como “elementos básicos que permiten construir una ciencia mejor, más allá de la investigación” dado que el conocimiento también “puede y debe tener un beneficio social”.
Así lo ha explicado hoy a Efe durante el acto de celebración del 20 aniversario del Consorcio de Instituciones Europeas de Taxonomía (CETAF) en el Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid, donde se han dado cita expertos del calibre de Juan Luis Arsuaga, codirector del proyecto Atapuerca, Ramón Núñez, comunicador y diseñador de los museos de ciencia de La Coruña, o Carsten Rahbeck, profesor del Centro de Macroecología, Evolución y Clima de Copenhague.
Vela ha añadido que “la historia de la humanidad es larga y con estas colecciones aprendemos mucho acerca de lo que ha pasado: estudiando los fósiles, los arcos de los árboles o las escamas de los animales”, un conocimiento gracias al cual “podemos tomar medidas preventivas para el futuro y mejorar lo que está por venir”.
Investigadores, comunicadores, responsables de política científica y diversos expertos en áreas como biotecnología, economía o innovación, han celebrado este aniversario de CETAF, una organización que integra a 59 instituciones de Historia Natural de una veintena de países europeos, incluyendo además del Botánico el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC.
Las colecciones amparadas por estas entidades representan el 80 % de la biodiversidad conocida de la Tierra.
Celebración del 20 aniversario de CETAF
La jornada de hoy ha comenzado con la presentación de un video del príncipe Alberto II de Mónaco, en el que ha elogiado “el papel decisivo de la ciencia en general y de la taxonomía en particular” para comprender la diversidad y la complejidad de las especies, identificar las herramientas para protegerlas y educar a los ciudadanos en la responsabilidad de su conservación.
“Somos responsables de los males que aquejan al planeta” pero “también somos los únicos capaces de corregirla”, ha añadido.
Jesús Muñoz, director del Real Jardín Botánico, ha explicado a Efe que, entre las utilidades que ofrecen estas colecciones, figura una mejor seguridad alimentaria y la prevención de fraudes.
Así, “los códigos de barras de las especies vegetales permiten comprobar, a partir de partes microscópicas, si lo que te están vendiendo en una tisana es la planta que dice la etiqueta o te están engañando”, ha ejemplificado.
Por ello, uno de los actuales objetivos de los expertos pasa por digitalizar las colecciones íntegras de los museos para que esa información y los métodos asociados sean accesibles “inmediatamente” al público, pues “hasta hace pocos años sólo estaban disponibles para los investigadores que se trasladaran físicamente a los museos”.
Durante el encuentro, en el que se ha insistido en la importancia de las colecciones para la economía social, también se ha defendido la existencia de los bancos de genomas como instrumento para preservar muestras representativas de ADN de distintas especies y “acelerar así la investigación a un coste razonable”.
Estos bancos de genes, con capacidad para compartir información de forma global de un gran volumen de muestras, permitirán, además, impulsar el progreso en campos como la medicina, la agricultura o la industria, así como transmitir a las generaciones futuras información útil sobre especies en peligro o ya extinguidas. Efeverde