EFEverde.- El primer ministro chino, Li Keqiang, ha reconocido que hará falta tiempo para ver los efectos de la “guerra contra la contaminación” que él mismo había declarado el pasado año.
“Es difícil cambiar las condiciones medioambientales en poco tiempo, pero al menos podemos cambiar la forma en la que nos comportamos”, ha comentado Li.
“El smog es una preocupación en la mente de todos, y China está determinada a trabajar para resolver ese problema y el de la contaminación en general, aunque a veces nuestros esfuerzos muestren menos resultados de los esperados”.
Li ha destacado que su Gobierno otorgará más poderes a las administraciones a todos los niveles para hacer frente a la polución y hacer que los infractores de las leyes medioambientales asuman su responsabilidad.
“Debemos asegurarnos de que la ley sea una poderosa arma para luchar contra la polución, no algo suave como un algodón de azúcar”. EFEverde