La presidenta de Navarra, María Chivite, ha señalado hoy el desarrollo verde y la transición hacia un mayor uso de las energías renovables como prioridad para la segunda parte de una legislatura que ya no estará marcada por la pandemia.
“Fuimos pioneros y queremos seguir siendo líderes” en desarrollo sostenible y apuesta por las energías renovables, ha señalado Chivite.
La presidenta ha clausurado la Jornada “Navarra Pura Energía”, que se ha celebrado hoy en Madrid, en la que han participado directivos de empresas del sector, así como altos cargos de las administraciones implicadas, como el consejero de Desarrollo Económico navarro Mikel Irujo.
En su discurso ha apuntado que Navarra es “un referente europeo en las energías renovables”, y ha añadido que el impulso al desarrollo verde va a consolidar esa posición, porque será un “eje transversal” de la política de su Gobierno.
Navarra, cuya referencia en renovables es la energía eólica (1098MW de potencia instalados), da empleo en este sector a 10.700 personas, una gran parte de ellas tituladas superiores.
Las más de 100 empresas de energías renovables navarras facturan un 8,5% del PIB de la comunidad, con más de 3250M€, el 80% destinado a la exportación, ha recordado.
Chivite se ha mostrado decidida a que Navarra siga siendo una sociedad comprometida con el desarrollo sostenible: “en esta segunda etapa de la legislatura, con una pandemia ya en vías de superación, nos vamos a poner a ello”, ha prometido.
La presidenta ha aludido al complicado contexto geopolítico para señalar que no es solo el medio ambiente y el clima lo que exige una transición hacia otro modelo energético, y ha añadido que la pandemia ha acelerado los cambios, mientras que la UE está destinando fondos “como nunca” a la transición ecológica, social y territorial.
Ello impone un reto, una gran tarea de cooperación privada y pública dentro de un proceso cuyo destino viene señalado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que prevé que en 2030 el 42% de la energía consumida en nuestro país sea de origen renovable.
Tanto el ejecutivo español como el navarro están ya legislando en esa línea, ha recordado, antes de señalar que la necesidad que impone lo insostenible del modelo actual, que lo es desde el punto de vista social, medioambiental y económico, es también una oportunidad.
Una oportunidad, ha continuado, para modificar la estructura energética navarra y dejar atrás en la comunidad la dependencia internacional en el suministro de energías fósiles, cuyo peso supone todavía un gasto equivalente al 9% del PIB.
En esa línea, y como ejemplo de la oportunidad que representa esta transformación “que ya está en marcha”, ha recordado que el Boletín Oficial del Estado acaba de publicar una convocatoria para proyectos de hidrógeno verde dotada con 150 millones de euros.
“La transición energética tiene que ser justa, inclusiva y generadora de empleo a escala local”, ha concluido. EFEverde