El cetrero sevillano Manuel Diego Pareja-Obregón ha culminado una investigación de diez años de duración que ha desembocado en lograr un ejemplar de halcón con la espalda blanca, un color del plumaje que ha obtenido gracias al cruce de hasta tres generaciones de halcones.
Según ha explicado a Efe, la investigación la ha realizado en su finca de la localidad onubense de Cartaya, y ha podido culminar con éxito a raíz de un ejemplar que adquirió en su día en Inglaterra, con el que inició una serie de cruces de halcones hasta que ha conseguido fijar uno que tiene las plumas de la espalda blanca.
Ha señalado que ha sido un trabajo concienzudo, ya que “normalmente, en la primera generación no sale, y hay que trabajar mucho hasta que se consigue que salga uno, sobre todo porque cuando se consiguen los primeros ejemplares no se sabe cuál es portador de la mutación, de forma que hay que realizar varios cruces hasta que se consigue”.
Lo inusual del caso, según ha señalado, es que se ha logrado “una mutación de color blanco muy rara en este tipo de especies”, a diferencia de las mutaciones habituales en las aves cantoras y especies de cotorras y periquitos, entre otras especies.
Además, ha subrayado que muchas mutaciones en la naturaleza se producen de forma aleatoria, y es muy complicado lograr que un halcón tenga la espalda blanca, cuando es, normalmente, de color ladrillo con pintas negras.
Manuel Diego Pareja-Obregón lleva varios años trabajando con distintos tipos de aves, y ha llamado a esta mutación “Onuba”, debido “al cariño” que le tiene a la provincia de Huelva, donde vive y trabaja.
El hallazgo será publicado en el próximo número del anuario de la Asociación Española de Cetrería, que le dará oficialidad a la culminación de la investigación. EFEVERDE
