Barcelona, 24 may. (EFEverde).- Dos activistas de la organización Futuro Vegetal han reivindicado hoy ante la jueza la protesta que llevaron a cabo en el Museo Egipcio de Barcelona, donde rociaron una vitrina con mermelada, y han aducido que actuaron “por motivos ideológicos” para llamar la atención sobre el cambio climático.
Según han informado fuentes jurídicas, ante la titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona han declarado este miércoles cuatro personas por la protesta de Futuro Vegetal del 13 de noviembre pasado: dos activistas climáticos, un miembro de esta organización y una joven periodista que, avisada por los convocantes, acudió a cubrir la acción.
Los dos activistas, que el pasado 13 de noviembre rociaron con mermelada y un líquido que simulaba petróleo una vitrina del Museo Egipcio que contenía un sarcófago con una momia, han asumido los hechos ante la magistrada y han enmarcado su actuación en su derecho a la protesta.
Según han aducido, su intención era llamar la atención sobre las consecuencias del cambio climático coincidiendo con la celebración de la cumbre COP27, que se estaba celebrando bajo el patrocinio de Coca-cola en Egipto: de ahí que decidieran llevar su protesta al Museo Egipcio de Barcelona.
Los activistas rociaron con mermelada la vitrina con el sarcófago, así como unas fotografías de Harry Burton sobre las excavaciones de la tumba del faraón Tutankhamon, y desplegaron una pancarta con el mensaje: “COPCA COLA +2.5º”.
Por su parte, la periodista que acudió a cubrir el acto de protesta -a quien los Mossos vincularon con los hechos tras detectar que en sus redes sociales difunde mensajes de alerta sobre el cambio climático- se ha escudado ante la jueza en que se limitó a hacer su trabajo, que publicó también por internet.
La cuarta imputada ha alegado ante la magistrada que, pese a ser miembro de Futuro Vegetal, no participó en la acción de protesta, sino que acudió al Museo para desempeñar una labor de “mediación” con los Mossos d’Esquadra, después de que los activistas derramaran el líquido que simulaba petróleo y la mermelada en una de las estancias del recinto.
Por el momento, los investigados están acusados de un delito de daños, al que podría sumarse otro contra el patrimonio histórico y cultural si se demuestra que con su actuación causaron desperfectos en alguna pieza de valor arqueológico de las que se exponen en el Museo Egipcio.
Para ello, resultará clave el informe que deben presentar los responsables del Museo Egipcio, acusación particular en el caso y que todavía no ha aclarado si el sarcófago de la vitrina, alcanzado por la mermelada que derramaron los activistas, es original o una réplica. EFEverde
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