Renaturalización y ejes verdes: la senda urbanística sostenible frente al hormigón puro y duro

Publicado por: Redacción EFEverde 10 de mayo, 2023

Amaya Quincoces Riesco y Elena Sánchez Laso.- Madrid, (EFEVerde).- Desde la restauración de ríos hasta el impulso de ejes verdes y bosques urbanos son algunas de las medidas desplegadas por las ciudades para recuperar la flora y la fauna de espacios tradicionalmente naturales, conquistados por el hormigón típico de un urbanismo de antaño, poco o nada sostenible.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, como parte de la política urbanística de entonces, se empezaron a cerrar tramos de río que pasaban por las ciudades; unos se entubaban, otros se encajonaban… El objetivo no era otro que evitar entorpecer el rápido crecimiento urbanístico, ha explicado a Efe Santiago Martín Barajas, responsable de Agua en Ecologistas en Acción.

Imagen de la Casa de Campo en Madrid, con un rebaño de ovejas. Luca Piergiovanni
La Casa de Campo con un rebaño de ovejas (Madrid).  EFE/Luca Piergiovanni

La expansión del hormigón permitió durante décadas edificaciones sólidas, seguras y duraderas pero dejó de lado la biodiversidad, según denuncian los ecologistas. El cemento del que está formado es además un componente de fuerte huella climática, por ser fuente inmensa de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera durante su fabricación.

No fue hasta finales de la década de los ochenta cuando al menos, en España empezó a revertirse la tendencia urbanística del hormigón puro y duro que había distanciado a los ríos y parques del ciudadano, en pro de los grandes edificios, el asfalto y las carreteras, explica a Efe Martín Barajas.

El objetivo con ese nuevo rumbo de la construcción no era otro que empezar a regenerar los espacios fluviales que habían quedado aislados y abandonados en aquellas ciudades que habían crecido a toda velocidad, con el objetivo de reintegrarlos de nuevo con todo su ecosistema natural en la vida urbana.

No solo se buscaba recuperar de nuevo el inmenso valor ecológico y social de los tramos de ríos urbanos sino también su papel clave como fuente de biodiversidad para garantizar una óptima calidad de vida y salud ciudadana frente a problemas urbanos crecientes como la contaminación.

El ejemplo a seguir sería Alemania, que fue pionera en este tipo de proyectos de restauración natural en las ciudades.

“Cuando restituyes un tramo urbano de un río ayudas a mejorar el medio ambiente pero también la calidad de vida de las personas que pasean y se mueven diariamente por sus alrededores”.

Así lo explica el responsable de Agua de Ecologistas en Acción, en representación de una organización volcada entre otras actividades, en promover la la renaturalización de multitud de ríos urbanos en España.

Spirodela polyrrhiza, una planta que se creía extinguida en Cataluña hace 80 años y ha sido descubierta en el río Ebro y el embalse de Vallvidrera
Spirodela polyrrhiza, una planta que se creía extinguida en Cataluña,  ha sido descubierta por investigadores de la Universidad de Barcelona (UB).  EFE/UB

Alrededor de las tres cuartas partes de los europeos habitan en ciudades, según ONU-Hábitat.  Con su población e infraestructuras hiperconcentradas, las urbes son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático y otras tensiones ambientales como olas de calor, inundaciones repentinas, polución, ruido, contaminación y pérdida de biodiversidad.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), en 2020, el 96 % de las personas que vivían en ciudades de la UE estuvieron expuestas a niveles de contaminación del aire por partículas finas (PM 2,5 ) por encima de la directriz de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De hecho, en 2020, la exposición a concentraciones de partículas finas por encima del nivel de referencia de la Organización Mundial de la Salud provocó 238.000 muertes prematuras en la UE-27.

La contaminación del aire también es causa de morbilidad, por lo que las personas viven con enfermedades, lo que implica sufrimiento personal y costes significativos de atención médica.

Los beneficios de la calidad del aire en la salud

La contaminación del aire es el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa, provocando enfermedades cardiovasculares y respiratorias que conducen a la pérdida de años de vida saludables y, en el peor de los casos, a muertes que se podían haberse evitado, según los expertos.

Imagen de archivo de la ciudad de Madrid, sin tráfico. EFE/Chema Moya
Imagen de archivo de la ciudad de Madrid, sin tráfico. EFE/Chema Moya

A pesar de las mejoras constantes, sobrepasar los estándares de calidad del aire sigue siendo común en toda la UE, en donde las concentraciones suelen estar  muy por encima de las recomendaciones de la OMS.

Un planeta sano es fundamental para la salud de la humanidad, según advierten organizaciones ecologistas y científicos.

Aunque todavía hay mucho debate, la alteración del equilibrio de los sistemas naturales por destrucción directa de hábitat, pérdida de biodiversidad aumentan el riesgo de aparición de enfermedades.

En hábitats bien conservados con gran diversidad de especies que se relacionan en equilibrio, los virus se distribuyen entre ellas sin saltar al ser humano, pero cuando la naturaleza se altera se facilita la propagación de patógenos, según se recoge en informes de organizaciones ecologistas, como WWF.

Conservar la biodiversidad urbana desde la ley 

A finales de 2022, la decimoquinta Conferencia de las Partes (COP 15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Canadá aprobó el marco mundial de la Biodiversidad.

Se trata de un plan estratégico que define objetivos y metas, instrumentos de aplicación e indicadores de monitoreo para proteger la biodiversidad y mejorar sus beneficios para las personas en el horizonte de 2030.

En el marco del Plan de Acción de Contaminación Cero del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea estableció el objetivo para 2030 de reducir el número de muertes prematuras causadas por partículas finas (PM 2,5   ), en al menos un 55 % en comparación con los niveles de 2005.

Con ese fin, la Comisión Europea publicó en 2022 una propuesta para revisar las directivas de calidad del aire ambiente, con el objetivo, entre otras cosas, de alinear más los estándares de calidad del aire con las recomendaciones de la OMS.

Decenas de personas se refrescan en las fuentes de Madrid Río, tras la renaturalización del río Manzanares. EFE/ Ana Bornay/ARCHIVO
Gente que se refresca junto al río Manzanares (Madrid) . EFE/ Ana Bornay/ARCHIVO

A nivel europeo, la estrategia sobre biodiversidad para 2030 de reintegración de la naturaleza en la vida cotidiana, insta a las ciudades con al menos 20.000 habitantes, a elaborar planes de ecologización (bosques urbanos, jardines accesibles ricos en biodiversidad, granjas urbanas, calles arboladas, etc).

La ley europea de restauración de la naturaleza, pionera al establecer explícitamente objetivos de restauración de ecosistemas, incluye metas ambiciosas para reparar el patrimonio natural perdido.

En 2021 el Gobierno español aprobó la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, para identificar y recuperar ecosistemas dañados y conectarlos entre sí.

La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha recibido, en la convocatoria de 2022, más de medio centenar de propuestas de ayuda de municipios pendientes de resolución, con un importe total de 62 millones de euros, para ese tipo de proyectos.

Las ciudades mueven “motores” hacia la biodiversidad

En senda de la nueva era hacia la sostenibilidad, los distintos territorios se están embarcando en una carrera de proyectos para aumentar sus espacios verdes y naturales.

En Madrid, la restauración del Manzanares ha pasado a convertir este río antaño maloliente, a corredor ecológico en la actualidad, con un gran parque en sus inmediaciones, cobijo de decenas de especies de peces, arboles o aves, ha explicado el experto Martín Barajas.

Las propuestas de su organización, con los ríos como epicentro de las estrategias de renaturalización en las ciudades,  incluyen proyectos como el de regenerar el río Oro de Melilla, ya en obras; el Francolí (Tarragona) ya aprobado y el Piles, en Gijón (Asturias), que recibirá 2,8 millones de euros de fondos europeos, entre otros, para paliar los problemas de contaminación de sus aguas.

Foto de archivo. Una mujer descansa bajo la sombra de un árbol en el parque de la Ciutadella (Barcelona). EFE/Marta Pérez
Una joven descansa en un parque de Barcelona. EFE/Marta Pérez

Se han presentado también proyectos para la restauración del Guadalmedina (Málaga); el Tamarguillo (Sevilla); el Genil (Granada); Vinalopó, en Elche (Alicante); el tramo bajo del Manzanares en Getafe (Madrid); el Isuela en Huesca o el Zapardiel en Medina de Campo (Valladolid).

Además del Manzanares en Madrid, otra de las grandes acciones en esta ciudad para la reintegración de la biodiversidad es la Estrategia “Madrid, Isla de Color”, en cuyo contexto se enmarcan los proyectos “Bosque Metropolitano”, de creación de un anillo verde de 75 km alrededor de la ciudad de Madrid, y “Barrios Productores”.

En Barcelona, en 2020, se aprobó una Declaración de Emergencia Climática, con actuaciones para aumentar las hectáreas verdes, desplegar supermanzanas y ejes verdes y apostar por la movilidad sostenible. El río Besòs se ha reconvertido en parque fluvial de referencia, y sus aguas antes contaminadas contribuyen ahora, saneadas, a paliar la grave sequía en Cataluña.

En el País Vasco, el proyecto de renaturalización más ambicioso es la recuperación de la ría de Bilbao, a punto de culminar. En la región de Murcia, los planes se centran en el entorno rural salvo algunas intervenciones en tramos urbanos de ríos, y acciones como la renaturalización de ramblas en el entorno del Mar Menor y en espacios de La Manga.

En Valencia está proyectado un nuevo corredor verde,  la iniciativa más ambiciosa desde que se recuperó hace más de cuarenta años el Jardín del Turia.

En  Navarra, se ha recuperado el Parque Fluvial del Arga en la comarca de Pamplona, con más de 35 kilómetros de recorrido y  la región lidera acciones como el proyecto LIFE Kantauribai para conservación de especies y hábitats vinculados al ecosistema de ríos y afluentes que desembocan en el Golfo de Vizcaya.

En Cantabria, entre otros muchos territorios el Gobierno regional también está comprometido con la regeneración de la biodiversidad urbana y tiene previsto acometer  proyectos como la restauración con fondos europeos de la antigua cantera de Cuchía (Miengo) para regenerar  flora y fauna silvestre alóctona.

Plantar más árboles, vivir más 

Los árboles, además de su impacto medioambiental como fuente de biodiversidad son fundamentales en las ciudades para absorber emisiones de dióxido de carbono y contrarrestar la contaminación del tráfico rodado en las ciudades, pero asimismo para garantizar la salud.

Foto de archivo. Recoletos-Prado (Madrid) EFE/José Huesca
Imagen del eje Recoletos-Prado. EFE/José Huesca

Además de sus efectos terapéuticos, con estudios que revelan que vivir con las ventanas de casa frente a un entorno con árboles o parques aporta beneficios a la salud, el frescor que producen ayuda a mitigar las altas temperaturas del verano.

Un reciente estudio publicado en la revista científica “The Lancet” desvelaba que plantar un 30% más de árboles podría reducir en una tercera parte las muertes prematuras atribuidas al aumento de las temperaturas en ciudades europeas.

De acuerdo a los datos de la publicación, la sombra que proporcionan los árboles reduce las temperaturas urbanas una media de 0,4 grados durante el verano.

La integración estratégica de infraestructuras verdes en la planificación urbana favorece entornos más sostenibles, resilientes y mejor adaptados a la mitigación del cambio climático.

Los resultados de la investigación sustentan la idea de que los árboles urbanos aportan grandes beneficios a la salud pública y al medioambiente, al refrescar los entornos frente al calor.

Entornos acústicos naturales 

El análisis reciente de casi una veintena de estudios revisados en torno al sonido de la naturaleza y los seres vivos (excluyendo los provocados por los humanos y sus actividades) desveló su capacidad sanadora que aporta al hombre.

Liderada la investigación por científicos de la Universidad canadiense de Carleton, con la colaboración de las universidades estadounidenses de Michigan y Colorado, los resultados desvelan en particular el potencial de los grandes parques naturales como entornos acústicos reparadores.

Foto de Mónica Muñoz cedida por CREAF de una mariposa urbana de Barcelona. EFE

Asimismo los sonidos naturales de los parques urbanos, que aunque menos extensos que los anteriores y más expuestos al ruido de aglomeraciones y al tráfico en las inmediaciones también son fuente de grandes beneficios para la salud, según la investigación.

Una de las tendencias que empieza a imponerse, según los expertos, es la de actuar frente al ruido con medidas que, en cierto modo enmascaran los entornos ruidosos de las ciudades, devolviéndoles su sonido original.

Para ello se plantan árboles o se colocan fuentes en plazas, parques y otros espacios que devuelven los sonidos de la naturaleza, de los pájaros, del agua, y mitigan el ruido de fondo del tráfico rodado especialmente, aunque también de otras fuentes como el avión, el tren o el ocio cuando sobrepasa los decibelios recomendados.

Los huertos urbanos

Por otra parte, a ras de suelo, en terrazas o azoteas, los huertos urbanos se posicionan como motor de biodiversidad y cohesión social mejorando la calidad de vida de las ciudades y su estado de salud y propiciando encuentros entre personas en entornos más sostenibles.

Es una lástima que la tendencia, sobre todo en los últimos meses, de estas pequeñas “islas de esperanza y de biodiversidad, en zonas de encuentro de las personas” sea la del “estancamiento”, ha advertido a Efe Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace-España.

La idea que defiende es que los espacios y solares abandonados en las ciudades puedan ser reconvertidos no solo en espacios verdes que tanto necesita el ciudadano, sino también en huertos, donde cada uno cultive sus propios alimentos.

otografía del 8 de febrero de 2017, que muestra a la ecóloga y agrónoma Lily Foster, sembrando en un huerto urbano de una azotea en Ciudad de México (México). Los huertos urbanos son pequeños pulmones que respiran en las azoteas, entre el aire contaminado de las grandes ciudades. El objetivo es volver a los valores y habilidades esenciales de las que el ser humano se ha ido desprendiendo y, además, reducir los impactos negativos en el planeta. EFE/Mario Guzmán
Fotografía de archivo. Muestra de la ecóloga y agrónoma Lily Foster, de una azotea en Ciudad de México (México).  EFE/Mario Guzmán
Redacción EFEverde

Un equipo de periodistas especializados en periodismo e información ambiental de la Agencia EFE.