Palma (EFEverde).- El Parque Natural de s’Albufera de Mallorca ha sido escenario de la liberación de 25 ejemplares de cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), una pequeña ave que nidifica en Bleares y que está en peligro de extinción.
En la actualidad hay menos de 9.000 parejas de cerceta pardilla en todo el mundo, se calcula que menos de 1.000 en Europa, y alrededor de 200 en España, ha informado la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.
Esta ave está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y catalogada como en peligro de extinción y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la considera “en peligro crítico”.
La suelta de estos ejemplares forma parte del Plan de Recuperación para esta y otras especies acuáticas también amenazadas y se ha llevado a cabo como acción de refuerzo poblacional. La liberación se produjo la semana pasada, coincidiendo con una actividad de educación de un grupo de escolares de educación primaria en s’Albufera de Mallorca.
Las aves procedían del Zoo Botánico de Jerez (Cádiz), si bien habían sido criados en los zoos de Colonia y Leipzig y también por parte de un criador alemán. Llegaron al Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB), donde fueron revisados y anillados para identificarlos de manera individualizada.
La “rosseta” o cerceta pardilla es un ánade nadador de tamaño medio, de unos 40 centímetros de largo y unos quinientos gramos de peso.
Tiene el cuello y el pico largos, y el plumaje de color pardo con manchas claras y círculos más oscuros alrededor de los ojos, que le dan una apariencia peculiar que le ha servido para recibir también el nombre de “xarxet marbrenc” por su apariencia de mármol.
Habita lagunas y balsas poco profundas, dulces o salobres, con mucha vegetación, y se alimenta de insectos, moluscos y plantas acuáticas.
En las Islas Baleares, su población mayor está en Mallorca, donde hay unas diez parejas.
Las principales amenazas para la especie son la contaminación, la desaparición de zonas húmedas, la colisión con líneas eléctricas o el atropello. Potencialmente pueden ser un problema la intoxicación por plomo y la caza.
La cerceta pardilla es una especie migratoria, y se han observado tanto en primavera (migración prenupcial) como en otoño (migración postnupcial) en las diferentes zonas húmedas de Baleares.
Desde 2009 se han liberado al medio unos 70 ejemplares de cerceta pardilla para reforzar las poblaciones naturales. En 2007 sólo criaban en Mallorca tres parejas y en la actualidad hay unas diez.
Además, una pareja comenzó a criar en el Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera en 2015. EFE
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