Expertos internacionales de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) han advertido hoy de futuros riesgos ambientales y sanitarios si no se aplica el principio de precaución, y han instado a los políticos a comprometerse en su defensa.
Compromiso político
El informe, en el que alerta de futuras amenazas como la modificación genética, las tecnologías inalámbricas o el cambio climático, ha sido suscrito por organizaciones sociales y ambientales, entre ellas Ecologistas en Acción, Greenpeace o la Fundación para la Salud Geoambiental.
Los firmantes reclaman a los partidos políticos que den pasos firmes para influir en la toma de decisiones con el gobierno que salga de las próximas elecciones generales de cara a lograr la aplicación real y efectiva del principio de precaución.
Aprender de los errores
El segundo volumen del informe 'Late Lessons from Early Warnings', presentado en la sede de la Comisión Europea en Madrid por la AEMA y la Fundación Vivo Sano, recurre a casos históricos en que se desatendió o se minimizó la alerta temprana para advertir frente a amenazas actuales.
Así, cita las consecuencias sanitarias, económicas, políticas y ambientales de la imprevisión ante eventos de inundaciones, el uso de pesticidas o la contaminación radiactiva de Fukushima, y extrae lecciones frente a amenazas como la modificación genética, las tecnologías inalámbricas o el cambio climático.
El informe, coordinado por el experto en política sanitaria y riesgos ambientales de la Agencia Europea de Medio Ambiente David Gee, estudia una veintena de casos nuevos y advierte sobre los costes de no tomar medidas que primen la protección de la salud y del medio ambiente por encima de los intereses económicos.
No demorar la actuación
En su presentación, David Gee ha asegurado que "esperar a tener evidencias científicas incontestables introduce demoras indeseadas, y la falta de certeza científica absoluta no justifica la inacción cuando existe evidencia plausible de nocividad".
Por su parte, el responsable del Área de Toxicidad Ambiental de la Fundación Vivo Sano, Carlos de Prada, ha opinado que "no basta con un compromiso formal o teórico con el principio de precaución, hace falta la firme voluntad de aplicarlo en el día a día de la acción de los gobiernos y administraciones".
La medida, añade el informe, no sólo mejora los métodos de evaluación de riesgos, también limita el papel de los poderes económicos en la toma de decisiones y pone el foco en la defensa de la salud y el medio ambiente.
