Los anfibios “tienen un papel ecológico fundamental en los ecosistemas”, pero son el grupo de animales más amenazados del mundo porque sufren una doble contaminación, por agua y por tierra, motivo por el cual la Asociación O-Live ha desarrollado en la Sierra de Grazalema un proyecto de recuperación de puntos de agua para potenciar sus hábitats naturales.
Zonas húmedas
La iniciativa de Fundación O-Live y la Fundación Santander, que se ha presentado este jueves en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, permitirá que las especie autóctonas utilicen estos recursos hídricos como “bebederos, puntos de alimentación o para su reproducción”.
“Restaurando puntos de agua, creando Fuentes de Vida” ha generado 29 zonas húmedas en forma de charcas o lagunas temporales, además de adaptar 31 fuentes, abrevadores y 8 albercas, según han explicado este jueves los investigadores del proyecto.
[box type="shadow" ]La iniciativa se centra en la adaptación de hábitats para la fauna anfibia debido a “los problemas en los ecosistemas de reproducción” y su especial papel en el ecosistema “como indicadores, como fuente de alimentación de la cadena trófica, controladores de plagas y como transporte de energía entre el medio acuático y el terrestre”, ha descrito uno de los investigadores del proyecto, Álvaro de las Heras.[/box]
Grazalema (Cádiz)
El pueblo de Grazalema es el pueblo donde más llueve en España, caracterizado por inviernos y primaveras húmedas, pero veranos muy secos, que junto a la roca caliza que caracteriza al sistema montañoso en la que el agua permea muy fácilmente, lo que provoca una “escasez permanente de agua”.
La disminución del agua afecta así a estas tierras en las que conviven 130 especies de aves, 44 de mamíferos, 24 de reptiles y 10 de anfibios.
El proyecto tiene especial consideración con la fauna anfibia, ya que su relación con estos puntos de agua es mucho más estrecha al necesitarlos para reproducirse, por lo que su supervivencia depende de ello.
Además de la creación de puntos de agua, la iniciativa también ha buscado acabar con “el efecto trampa de caída” en aquellas estructuras de paredes verticales que “impiden la salida de los animales que entran a beber y a reproducirse”, ha recordado otro de los investigadores del proyecto, Víctor Jiménez.
Sensibilización ambiental
La iniciativa también incluye un seguimiento y muestreo en los puntos húmedos, gracias a lo cual los investigadores han podido conocer “más a fondo” los anfibios de la zona, así como los hábitats acuáticos utilizados durante su reproducción.
“La educación ambiental es una parte fundamental de este proyecto”, ha explicado de las Heras, ya que esta es solo una “solución parche a corto plazo”, que solo podrá contar con una solución definitiva a través de la “educación de los más jóvenes”.
También ha añadido de las Heras la importancia de contar con el apoyo de la comunidad local, por lo que “la sensibilización ambiental ha tenido un papel fundamental en el éxito del proyecto”.
Por su parte, el director general de la Fundación Santander, Borja Baselga, ha señalado que se espera que este proyecto “sirva de referencia a otros lugares de nuestra geografía para el mejor aprovechamiento del agua y el acceso a ella por parte de especies protegidas o vulnerables”.
O-Live es una asociación medioambiental creada en 2014 por un grupo de profesionales formados en biología de la conservación y la investigación científica, que trabaja para de forma integrada y sostenible para la recuperación de espacios, la conservación de la biodiversidad y la preservación del patrimonio natural. EFEverde
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