El último censo de aves acuáticas y marinas invernantes en Cataluña, elaborado por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, con el apoyo del Cuerpo de Agentes Rurales, entidades y personas voluntarias, ha contabilizado un total de 280.699 ejemplares, 80.082 menos que el de 2020.
Los datos del último censo elaborado en enero pasado sitúa la población en 280.699 individuos, frente a los 360.781 del año pasado, una cifra que “confirma una tendencia a la baja iniciada con oscilaciones en 2008”, ha expresado el departamento.
Según ha informado Territorio y Sostenibilidad en un comunicado, las causas de estas variaciones responden a variaciones en el número de especies en las diferentes áreas, que pueden ser por causas globales como el cambio climático, de gestión de poblaciones o de fenómenos de gestión local en el área de invernada.
[box type=”shadow” ]Del análisis de los datos, se desprende que la disminución significativa de la superficie inundada de arrozales en invierno en el delta del Ebro ha provocado “una merma significativa” de la capacidad de acogida de la principal zona húmeda de Cataluña y una de las más importantes del Mediterráneo occidental, y por extensión, del papel de Cataluña como lugar de invernada de aves acuáticas.[/box]
En cuanto a especies singulares en peligro de extinción, destacan los seis malvasía (Oxyura leucocephala) del Delta del Ebro y los cuatro morells chocolateros (Aythya nyroca) de las comarcas de Tarragona, tres en el delta del Ebro y uno en la acequia mayor de Vila-seca.
Por otra parte, este año se detectan nuevo avetoros (Botaurus stellaris), especies todas ellas declaradas en peligro de extinción y asociadas a humedales de buena calidad ambiental.
El censo, que se enmarca en el recuento europeo coordinado por Wetlands International, ha permitido localizar 134 especies, siete más que en 2020, por la presencia de algún invernante escaso o de aparición irregular, o detectadas por la gran participación y cobertura de este censo. EFEverde