Aunque las ong ecologistas han insistido en la necesidad de terminar con el “tabú” de los hidrocarburos, la financiación climática parece haberse convertido en el gran obstáculo para llegar a un acuerdo en el plazo previsto por la presidencia británica de la COP26, donde “queda mucho trabajo por hacer”.
LA JORNADA: Al vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, le ha tocado hoy el turno de aportar la nota optimista y lo ha hecho afirmando que ve una “dinámica positiva” y “un sentimiento creciente entre los líderes de que hay que alcanzar un acuerdo”.
Mientras continúan las negociaciones, se anuncian nuevos acuerdos, como el presentado por 11 gobiernos nacionales y regionales para poner fin a la concesión de nuevas licencias de exploración y explotación de petróleo y gas dentro de sus fronteras o el de la coalición de inversores que se ha comprometido a inyectar más de 1.000 millones de dólares para dotar a los países iberoamericanos con flotas de autobuses públicos eléctricos para facilitar la transición energética.
LA FRASE: “Ainik ati” es la frase más llamativa que se ha escuchado hoy: significa “Basta” en la lengua de los achuar -uno de los pueblos indígenas de la familia de los jíbaros- y es la respuesta que han dado sus líderes, como Domingo Peas, a las grandes compañías petroleras, mineras y madereras que amenazan las selvas amazónicas.
EL DETALLE: Aunque a última hora y por escrito, la COP26 ha sumado también la opinión del papa Francisco que, en una carta destinada a los obispos escoceses y publicada hoy, recuerda que “el tiempo se acaba” para resolver “una de las grandes cuestiones morales de nuestro tiempo: la preservación de la creación de Dios” y demanda no “desperdiciar la ocasión”.
AGENDA: La agenda de mañana en la zona azul de la cumbre -donde debaten las delegaciones políticas y financieras- aparece en blanco porque, de acuerdo con el calendario prefijado por la organización, la COP26 cerrará las negociaciones este viernes y no hay otro punto de interés, aunque las organizaciones y grupos llegados desde todo el mundo para desplegar sus actividades en la zona verde -la no oficial- aspiran a mantener el pulso de sus reivindicaciones hasta el último minuto. EFEverde