Actualmente estar “guapo” no es cuestión de marcas, es cuestión de sostenibilidad, y de ello están convencidos Gerard Prat y David Hart, emprendedores y gestores de Saigu, una empresas de cosmética que pretende ser respetuosa con el medio ambiente y fomentar la creación de puestos de trabajo.
“Pretendemos ser lo más respetuosos con el medio ambiente”, han explicado los jóvenes emprendedores menorquinos, “aunque somos una start-up joven y vamos aprendiendo en el proceso de lo que vamos haciendo”, han asegurado ambos en entrevista con EFE.
Sector al alza

En la Unión Europea, el sector de la cosmética y la perfumería es el quinto mercado, con 7.000 millones de euros de consumo, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), integrada por más de 400 entidades.
Según Stanpa, las cifras de exportación de España en el sector alcanzaron los 4.260 millones de euros en 2018, equivalente a un crecimiento del 10 % y del 8,8 % en el primer semestre de 2019, lo que le ubica entre los países punteros en el mundo en esta área empresarial.
Los productos españoles se venden en más de 150 países, y se exportan mayoritariamente a la Unión Europea (56 %), Estados Unidos (44 %) y China (136 %).
“Trabajamos con productos naturales del área mediterránea, es decir, de proximidad porque pretendemos evitar las emisiones del transporte”, sostiene Gerard Prat, químico de profesión.
En alguna ocasión han incorporado aceites importados de Estados Unidos, pero “nunca de cultivos extensivos, porque intentamos que se conserven la fauna y la flora. La idea es buscar alternativas de proximidad, que están más controladas en Europa”.
Marca de color
Saigu es “una marca de color”, sostiene, y añade que es en el área de pigmentos donde más dificultades tienen “cuando pretendemos ser una marca natural, porque los colorantes ahora mismo son de origen mineral, que no son sostenibles ni renovables, por lo que estamos investigando con colorantes de algas y pigmentos naturales”.
Han sustituido el “Caprylic Capric Triglycerides”, dispersor de pigmentos y derivado del aceite de palma proveniente de China “por un derivado del aceite de cardo que viene de Sicilia (Italia) y se recoge a mano. Un ingrediente importante tanto en los pintalabios como en el maquillaje”, asegura Prat.
[box type=”shadow” ]Buscan plantas de cultivo sostenible en Europa, algo que han intentado con la manzanilla en Menorca, explica Hart, que no descarta en un futuro tener sus propias plantaciones. [/box]Entre otros elementos utiliza, además, romero que “se coge en los montes y que está en todos los productos”, el aceite de oliva y de girasol de origen español, cardo silvestre, aceites esenciales y cera de arroz.
El aceite de coco que utilizan en menor medida lo compran de plantaciones sostenibles en zonas tropicales, asegura Gerard, “aunque en proporciones muy bajas porque no es un elemento principal en los productos de Saigu”.
“Tampoco utilizamos productos sintéticos, solo una pequeña cantidad en la máscara (0,6 %) y en el maquillaje (0,8 %) para garantizar la seguridad de quien se los aplica”, pero todo lo demás es natural, asegura Prat.
Reducir la utilización de plástico

Explican que intentan reducir al máximo la utilización del plástico en sus productos y en el empaquetado, por lo que se plantean la utilización de madera para los envases de los pintalabios, con la posibilidad de recarga, algo que “podría estar en marcha en los primeros meses de 2020”, sostiene David Hart, encargado de la administración de la empresa.
Han logrado que el envase de la base de maquillaje sea de cristal y madera española con certificado de sostenibilidad, aunque con “pequeños elementos de plástico para evitar que el producto se hinche”.
Las recargas no serían posibles para los maquillajes, las máscaras o los correctores “por su contenido en agua y el riesgo de contaminación bactereológica”, según Gerard, que explica que sí se plantean “la política de devolución de envases”.
Según Hart, escuchan a sus consumidores, porque con sus “sugerencias y mejoras podemos conseguir una empresa totalmente sostenible”, en la que actualmente trabajan los dos fundadores y cinco colaboradores externos, aunque “de cara a la nueva etapa pretenden ampliar la plantilla”.
En busca de la sostenibilidad
La empresa, que empezó a funcionar “totalmente en marzo pasado”, está radicada en Barcelona y trabajan por e-comerce, lo que facilita la comercialización de sus productos, sostiene David, quien no descarta en un futuro la apertura en Madrid.
“Estamos yendo mucho más allá que muchas empresas en la sostenibilidad, con envasados manuales, menos consumo de energía y menos plástico”, concluye David. EFEverde
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