Siempre que el horizonte de un año nuevo se vislumbra llegan las "serpientes de invierno": esas noticias recurrentes, antes ancladas en un aforismo de canícula, pero que año tras año, ganan fuerza en la temporada blanca boreal... A saber: La lotería, el desplome de los termómetros, el tutorial de turno para aprender a usar las cadenas -de una vez por todas-, la crisis cada vez más recurrente de la estaciones de esquí por que el blanco manto no termina de llegar nunca... año a año vamos viendo un goteo lento pero incansable de viraje climático que cambia las noticias y lo que creíamos un bastión seguro en nuestra infancia, se tambalea temporada tras temporada.
Como la tradición de las uvas de nochevieja, y desde hace años, la ONG ornitológica de España por antonomasia, SEO/Birdlife, abre su concurso "de talento" en los albores del cambio de dígito, para distinguir una especie de ave con problemas de conservación y este año no podía ser menos.
A falta de apenas unas horas para celebrar la Natividad se ha conocido el trío de aves finalista que lucharán por el título de Ave del Año y hará que una de ellas se haga acreedora de ese pequeño tiempo de atención nacional con el que SEO/Birdlife busca colocar en el mapa mental de los españoles aves que, por diversas amenazas, se encuentran en un grave peligro para su futuro.
Candidatas al "Ave del año"
La primera candidata es el avetoro, la llamada "Garza fantasma". El avetoro común (Botaurus stellaris) es una ardeida, lo que significa que pertenece a la familia de las garzas, que en nuestro país cuenta como máximos representantes a la real y la imperial, amén de otras garzas menos conocidas como la "bruja" (el martinete) entre otras muchos y elegantes especies. El avetoro, a pesar de su apellido "común" de una de las aves de más difícil avistamiento en la península, y se encuentra localizado en lugares muy concretos, generando reclamos de atención muy notables entre los ornitólogos cuando se avista uno en un nuevo lugar como ha sucedido en Asturias o en Extremadura en los últimos años.
Su nombre viene al sonido profundo (casi un barrito) que produce, y que se extiende por el carrizo ocultando su silueta, de excelente mimetismo, lo que le genera un aire ciertamente místico y un "bimbo" bastante codiciado. El avetoro se encuentra en la categoría CR (en peligro crítico) así como En peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
El segundo participante del concurso es un ave más menuda, discreta, ágil y amante de las películas de Jean Claude Van-Damme, y no podemos hablar de otro pájaro que del Bigotudo (Panurus biarmicus) cuyo macho porta unas importantes bigoteras negras (casi lágrimas, como el disco del Cigala) que le confiere un cierto parecido a los arlequines tristes de los espectáculos circenses. El bigotudo ve amenazado su ecosistema (eminentemente palustre) por ser especialmente sensible a los vaivenes hídricos en los entornos en los que construye su hogar. Residente en pequeñas manchas desperdigadas por el territorio peninsular (y la Occitania francesa) el bigotudo se encuentra en el Libro Rojo de las Aves de España 2021.
La última candidata es una dama de altos vuelos, a quienes SEO/Birdlife han llamado "El poema alado del humedal" y no es otra que la Espátula común (Platalea leucorodia), una elegante ave zancuda que recibe su nombre de la forma acucharada y plana que ostenta el extremo distal de su pico, lo que nos ayuda a comprender que es un ave altamente especializado, ya que tiene su herramienta principal ajustada a la perfección al tipo de dieta que la sustenta. De corte vagamente familiar a la silueta de un flamenco, la espátula tiene hermanas rosadas en otros continentes como el americano, sin embargo la europea posee un plumaje prístino de un blanco uniforme, y unos penachos alargados que nacen de la parte posterior de su cabeza. En época nupcial el amarillo de su pico se torna vívido y el contraste embellece aún más la esbelta compostura de esta ave por lo general discreta y tranquila.
Según la web de SEO/Birdlife la espátula está inscrita en el Libro Rojo de las Aves de España en la categoría de Vu – Vulnerable como reproductora, y de LC – Preocupación menor como invernante. Se incluye en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Estas postulaciones emergen a la luz a la par que vemos que Doñana sigue fuera de la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que nos ayudará a comprender que la fragilidad de los ecosistemas no solo afecta a plantaciones, calidad de vida de agricultores y ganaderos, sino a toda la panoplia de especies animales, vegetales, fungi... que se ven alterados por las diferentes políticas que no tienen en cuenta la totalidad de la imagen para valorar las diferentes actuaciones.
En la campaña de este año 2023 que se nos va, en el que el ganador y ave del año fue el Aguilucho cenizo (Circus pygargus), la ONG llevó a cabo diversas actividades con grupos locales, entre ellos de concienciación y búsqueda de cooperación con agricultores de las zonas en las que habita esta preciosa rapaz de color plúmbeo. El balance es muy positivo con más de cuatro centenares de pollos salvados, lo que da un respiro a la especie, en declive alarmante durante los últimos años, a causa de la intensificación de los métodos de cultivo.
Que iniciativas como estas sirvan para colocar el punto de atención y el foco en un personaje al año (sobre todo cuando la especie funciona como "paraguas") es una estrategia que permite a la sociedad ir conociendo en pequeñas dosis a los otros actores de la función con las que compartimos este gran teatro del mundo y sin los cuales, el telón habría caído hace muchas, muchas décadas.
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(*) Annaïs Pascual
Fotógrafa de naturaleza y periodista. Posgrado en divulgación científica. Editora gráfica en EFE: OM System Ambassador. Socia de AEFONA.
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