El Ayuntamiento de Madrid deberá devolver los 900 euros de sanción que impuso a una mancomunidad del distrito de Salamanca que se encarga de mantener, alimentar y controlar a la colonia de gatos que habita en unos jardines comunitarios.
Así lo recoge la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Madrid fechada el pasado día 14 y de la que ha informado a EFEverde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid.
Según esta organización se trata de “la primera sentencia que revoca una sanción administrativa impuesta injustamente a los ciudadanos por atender y esterilizar a los gatos de la calle“.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFEverde, en la citada mancomunidad existía en 2008 una colonia de 70 gatos que se redujo hasta los 16 ejemplares en 2012 tras haber sido adoptados muchos de ellos.
Todos los gatos -continúa- están esterilizados, desparasitados y marcados, y su población no crece al tratarse de “animales territoriales que impiden que se establezcan nuevos individuos en el grupo”.
Pese a ello, el Ayuntamiento de Madrid impuso a la mancomunidad tres sanciones de 300 euros cada una “por no tener conocimiento documental de la propiedad de los animales”, “por no ejercer ningún control sobre los animales, que se mueven con completa libertad, generando molestias y riesgos para la salud pública”, y “por tener construcciones para alojarlos, comederos y bebederos”.
Aunque dichas sanciones se basaron en incumplimientos de la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales Domésticos, el fallo sostiene que ésta no es de aplicación porque “los gatos no son de propiedad privada”.
Se considera “una colonia estable de gatos silvestres” sobre la que sí tendría aplicación el protocolo que el propio Ayuntamiento de Madrid elaboró en 2005 y que concluye que, “en determinadas ocasiones, la solución adoptada de erradicar completamente la población no ha dado el resultado esperado”.
Según la sentencia, el veterinario José Luis T., que desde hace varios años hace un seguimiento y control de esta colonia, testificó que no existía riesgo alguno para la salud de la población.
Micropchip
Asimismo, Luis Francisco R.Z., vecino de la mancomunidad que se suele ocupar de alimentar a los gatos y de limpiar la zona, manifestó que la colonia está controlada y que “únicamente falta que el Ayuntamiento capture y ponga el microchip a los animales y que ponga en marcha todo el procedimiento para la efectividad del protocolo”, recoge la sentencia.
En base a ello, al juez de lo Contencioso-Administrativo le “sorprende” que el Ayuntamiento de Madrid, “conocedor desde hace años de la existencia de la colonia silvestre”, no haya requerido a los propietarios de la mancomunidad para poner en marcha el protocolo o haya procedido a la captura y eliminación de los animales.
Considera que “no es posible aplicar con todo rigor el derecho sancionador” cuando se está ante una colonia estable de gatos que “o bien se reconoce (y controla) o se erradica definitivamente”.
No aprecia por ello incumplimientos imputables a la mancomunidad y anula las sanciones que le impuso el Ayuntamiento de Madrid, obligándole a reintegrar el importe total de las mismas (900 euros) y a pagar las costas procesales hasta un máximo de 360 euros.
Contra la presente resolución no cabe recurso ordinario de apelación. EFE