Boris (orangután) en el centro Rainfer de rescate de primates. Foto facilitada por Rainfer

El centro de recuperación de primates, en riesgo de desaparecer. Foto de Rainfer

CENTRO PRIMATES

El mayor centro español de recuperación de primates, en riesgo de desaparecer

Publicado por: Marina Segura Ramos 15 de enero, 2016 Madrid

Rainfer, el mayor centro de recuperación de primates de España y una referencia en Europa, corre el riesgo de desaparecer por falta de financiación y lleva dos años sin aceptar animales de las incautaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Una de las consecuencia de esto último "es que se redactan las actas de incautación del animal y se pone la multa, pero al no existir un lugar donde depositarlo se queda en muchos casos en manos del infractor", explica en una entrevista con Efe Marta Bustelo, subdirectora del Centro de Rescate de Primates Rainfer.

Los ejemplares se localizan, fundamentalmente, en domicilios particulares, zoológicos y circos.

El Seprona de la Guardia Civil se incautó de once ejemplares en 2014

En 2014, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se incautó de un mono ardilla, cuatro monos de Gibraltar, un macaco japonés, tres monos verdes y dos babuinos (todos ellos protegidos por el convenio internacional CITES).

Actualmente, Rainfer cuida de 135 ejemplares de 25 especies en una finca de cuatro hectáreas situada en la Comunidad de Madrid. Allí habitan chimpancés, orangutanes, gibones, lemures, macacos, titís... todos con graves problemas físicos y psíquicos.

El chimpancé "Gombe" del centro de rescate de primate Rainfer. Foto facilitada por Rainfer
El chimpancé "Gombe" del centro de rescate de primate Rainfer. Foto facilitada por Rainfer

Desde que arrancó el centro hace veinte años, el padre de Marta, Guillermo Bustelo, y su equipo se han ocupado de su mantenimiento, pese a que el 80 % de los ejemplares son propiedad del Estado.

La escasa financiación exterior que reciben a través de diferentes vías "da para cubrir los costes de entre uno y dos meses y el resto lo ponemos nosotros, incluidos ahorros personales. Hemos llegado a una situación límite", explica Marta Bustelo.

Los gastos mensuales ascienden a 12.000 euros

Los gastos mensuales ascienden a unos 12.000 euros, pero en los meses de invierno hay que sumar 4.000 euros adicionales en concepto de calefacción -los animales son tropicales y necesitan una temperatura estable en los dormitorios, de lo contrario pueden caer enfermos-.

"La filosofía inicial del centro era no darnos a conocer demasiado para mantener un ambiente tranquilo para la rehabilitación de los primates", pero con el tiempo eso ha cambiado por la necesidad de financiación, agrega la subdirectora de Rainfer.

El gibón "Ximene" en el centro de rescate de primates Rainfer. Foto facilitada por Rainfer
El gibón "Ximene" en el centro de rescate de primates Rainfer. Foto facilitada por Rainfer

 

De ahí, que el complejo (www.rainfer.com) acepte ahora visitas restringidas con cita previa y de institutos de enseñanza de la Comunidad de Madrid.

Para recabar ayudas, Rainfer ha optado también por el apadrinamiento y los eventos solidarios, pero "todo esto es insuficiente", por lo que actualmente está perfilando una campaña de financiación popular (crowdfunding) y ha lanzado una petición en la plataforma change.org para pedir ayuda al Ministerio de Economía.

El macaco "Agustiño" en el centro de rescate de primates Rainfer.
El macaco "Agustiño" en el centro de rescate de primates Rainfer.

Los costes más elevados son la alimentación y los gastos veterinarios, ya que los animales que recalan aquí sufren muchos problemas de índole física y psicológica: malformaciones, problemas metabólicos, traumas psicológicos, enfermedades crónicas que exigen una medicación diaria de por vida.

Según Bustelo, la rehabilitación al 100 % es imposible. "Hay ejemplares a los que han arrancado piezas dentales, dedos para castigarlos, y tienen un miedo terrible a muchas cosas".

Por ejemplo, el chimpancé "Guille", rescatado por la Guardia Civil de un domicilio particular, solo había sido alimentado con bollería, patatas fritas y refrescos y tardó tiempo en aceptar una dieta normal (incluida el agua); tardó dos años en superar su miedo a los espacios abiertos (estuvo recluido en una jaula) y ha tenido serios problemas de interrelación debido a que perdió un ojo por una herida mal curada por su anterior propietario.

El centro necesita ayuda urgente

El centro de Bustelo está ahora mismo en conversaciones con una protectora holandesa para reubicar alguno de sus ejemplares, ya que en ocasiones también surgen problemas en los grupos de simios porque cambian las jerarquías.

Chimpancé atendido por veterinarios del centro de rescate de primates Rainfer. Foto facilitada por Rainfer
Chimpancé atendido por veterinarios del centro de rescate de primates Rainfer. Foto facilitada por Rainfer

Actualmente trabajan en el centro, dos cuidadores, un veterinario y una persona de mantenimiento y el resto es voluntariado. EFE

msr

 

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