El Grupo Popular en el Congreso ha sacado hoy adelante una proposición no de ley para “fomentar la responsabilidad social corporativa de las entidades privadas para la conservación”, a la que se han opuesto PSOE e IU por considerar que cuando el PP “habla de preservar, quiere decir explotar”.
El diputado del PP Teófilo de Luis ha defendido la iniciativa en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso con una extensa alabanza al patrimonio natural que posee España, pero cuyo esfuerzo de conservación, ha dicho, “es enorme” y requiere las aportaciones “de agentes económicos y empresas”.
Como ejemplos de la contribución de las entidades privadas a la protección ambiental en España ha mencionado el plan de protección del urogallo o la puesta en marcha de los Bancos de Conservación, una herramienta con la que el Gobierno planea que las entidades puedan compensar el daño o impacto ambiental contribuyendo económicamente a un proyecto de restauración ambiental.
Tanto la diputada socialista Pilar Alegría como el de la Izquierda Plural Álvaro Sanz han sostenido que lo que “esconde” esta iniciativa es la intención de “poner el patrimonio de todos en manos de unos pocos”.
Sus motivos para desconfiar, ha argumentado Alegría, estriban en que “España ha retrocedido cuatro décadas en materia medio ambiental” en los últimos tres años de Gobierno del PP, un partido que “debería sonrojarse del destrozo natural que ha hecho en este periodo, relevando o malvendiendo el capital natural”.
Sanz, por su parte, ha decidido aplicar “el principio de precaución” en su rechazo a esta iniciativa “ya que todas las reformas ambientales del PP -ha dicho- nacen con la vocación de explotar económicamente el patrimonio natural”. EFE