El presidente de Perú, Ollanta Humala, dirigió hoy un simulacro nacional de seismo y tsunami que se realizó para preparar a los peruanos para un eventual terremoto nocturno de 8 grados de magnitud que, según lo previsto, dejaría 82.000 muertos y 700.000 heridos en el país.
Cuando sonaron las alarmas y sirenas, a las 20.00 horas (01.00 GMT del viernes), Humala abandonó el Palacio de Gobierno, en el centro histórico de Lima, acompañado por la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, y las autoridades y funcionarios del Ejecutivo.
Posteriormente, el gobernante se trasladó al Centro de Control instalado en la Plaza de Armas capitalina para recibir información sobre el simulacro del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
Según el reporte de las autoridades, el seismo dejó 82.000 muertos y 700.000 heridos, ya que su epicentro fue ubicado a 190 kilómetros al oeste del litoral peruano y tuvo un minuto de duración.
Humala recibió información por teléfonos satelitales y por Skype, enviada por autoridades de diversas regiones, tras lo cual ordenó la declaración figurada del Estado de Emergencia en las zonas más afectadas y la alerta de hospitales, policías, bomberos y militares, entre otros, para atender la emergencia.
Ante una eventual afectación del puerto del Callao, el principal del país, por un tsunami, el gobernante ordenó la habilitación de los puertos sureños de Ilo y Matarani, así como del norteño de Paita, hacia donde se derivaron las operaciones navales.
Humala también comunicó que, ante una tragedia de esa magnitud, enviaría de inmediato un pedido de ayuda internacional para atender la emergencia.
“Estamos contabilizando los muertos y heridos, estamos hablando de decenas de miles de muertos” declaró Humala a los periodistas.
Añadió que un seismo de esa magnitud también causaría muchas víctimas en otras regiones del país, incluidas las ciudades de la Amazonía.
El simulacro fue organizado para preparar a la población del país ante terremoto nocturno, ya que Perú se encuentra en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona donde se presenta el 85 % de los movimiento sísmicos del mundo. EFEverde