Ecologistas en Acción ha analizado la calidad del aire en el entorno de 114 colegios e institutos de nueve municipios de España y ha concluido que en todos ellos se supera el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dióxido de nitrógeno (NO2), que incluso se cuadruplica en alguno de los casos.
El NO2 se produce por el contacto con el aire del monóxido de nitrógeno que emite la quema de combustibles fósiles, fundamentalmente en el transporte, pero también en industria y edificios; y respirarlo en niveles elevados daña el tejido pulmonar, irritando los pulmones y disminuyendo su capacidad funcional.
Esta irritación se relaciona con una importante inflamación de las vías respiratorias y una mayor mucosidad, lo que supone un aumento de la reactividad bronquial favoreciendo la aparición de infecciones como la bronquitis y la bronquiolitis (en niños). Además, agudiza los síntomas de pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, asmáticos y alérgicos.
En entornos con concentraciones elevadas se recomienda, sobre todo a la población vulnerable (personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, inmunodeprimidos, embarazadas, menores de 6 años y personas mayores), evitar la realización de ejercicio físico al aire libre, así como limitar la exposición en el exterior.
Según la OMS, la contaminacion atmosférica causa 4,2 millones de muertes al año, 300.000 de ellas en Europa, de las que 30.000 corresponden a España y 1.200 menores de 18 años.
El estudio
Los 114 entornos escolares objeto de estudio por Ecologistas en Acción se encuentran en los municipios de Sevilla capital y de su área metropolitana, Mairena del Alcor y El Viso del Alcor; Cartagena (Murcia), Oviedo, A Coruña y Basauri, Etxebarri y Galdakao, en Vizcaya.
Para el estudio se seleccionaron centros de Primaria y Secundaria ubicados tanto junto a vías con alta densidad de tráfico como en entornos con poca exposición a los contaminantes emitidos por los vehículos.
Las mediciones se llevaron a cabo durante los meses de enero y febrero a través de 270 captadores pasivos instalados en 128 ubicaciones. Para calibrar los aparatos instalados en colegios se hicieron mediciones junto a estaciones oficiales de control de la contaminación.
Los resultados
En ninguno de los 114 entornos escolares analizados se cumple las recomendaciones de la OMS, que señalan que las concentraciones de NO2 no deben superar los 10 μg/m³ (año) para evitar riesgos para la salud.
En relación a la nueva Directiva sobre Calidad del Aire que ultima la Unión Europea y que establece que las concentraciones de este gas deben mantenerse por debajo de 20 μg/m³, el informe concluye que sólo se respeta en 11 de los 114 entornos analizados.
Lo más alarmante es que en 15 de las 114 escuelas analizadas (13 % del total), las concentraciones de dióxido de nitrógeno superan los 40 μg/m³, el límite legal actualmente vigente en la UE y cuatro veces superior a lo recomendado por la OMS.
Deber de protección
La población infantil es especialmente sensible a la contaminación atmosférica, debido a su elevada frecuencia respiratoria, su mayor exposición al exterior y la inmadurez de sus sistemas respiratorio e inmunitario, han recordado desde la organización ecologista.
Según datos de la OMS, el 90 % de los niños y niñas de Europa acuden a diario a escuelas cuyos entornos superan los niveles de contaminantes atmosféricos considerados seguros y el 33 % del asma infantil está en relación directa con la contaminación por tráfico.
Para Ecologistas en Acción, los datos ponen de manifiesto que hay que mejorar sustancialmente la información sobre calidad del aire, en particular en el entorno de centros educativos y otras instalaciones sensibles (asistenciales, deportivos y sanitarios), complementando la proporcionada por las estaciones oficiales de medición con mapas de distribución y campañas de medición específicas.
Además, urge promover sistemas de movilidad alternativos al tráfico rodado, como el tránsito peatonal, la bicicleta o el transporte público, para disminuir la contaminación que se deriva del mismo.
La obligación legal de que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes implanten Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para reducir la circulación de vehículos contaminantes es una oportunidad de mejora de la calidad del aire y la vida ciudadana que debe aprovecharse, y no dar pasos atrás en materia de movilidad sostenible como están haciendo algunos ayuntamientos.
Es el caso de la retirada de los bolardos en colegios de Xixón, la vuelta de los coches a la puerta de colegios en Madrid, o las amenazas para eliminar la pacificación de Poble-Sec, en Barcelona.
Los escolares pasan casi un tercio de su tiempo en los colegios y garantizar que el aire que respiran es saludable debe ser una prioridad para todas las autoridades, han aseverado desde Ecologistas en Acción, que el 10 de mayo participará en las acciones convocadas en cientos de ciudades de Europa para reivindicar "Calles Abiertas Para La Infancia". EFEverde
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