La expedición "Trineo de Viento", que pretende circunnavegar 5.000 kilómetros en el interior de Groenladia sobre un vehículo eólico, ha encontrado los primeros problemas meteorológicos que han obligado a los exploradores a aterrizar antes de lo previsto y retrasar el día de partida.
El equipo del "Trineo de Viento", liderado por el explorador e inventor del aparato, Ramón Larramendi, ya se encuentra en la isla ártica, tras haber adelantado el viaje debido a los fuertes vientos que sacudían la zona y cuya previsión es que persistan en los próximos días.
Según ha informado la organización en un comunicado, Larramendi y los integrantes españoles Manuel Olivera y Eusebio Beamonte dejaron el aeropuerto madrileño el pasado jueves, 1 de mayo, con destino a Copenhague, donde el avión hizo escala y se unió a la expedición la ingeniera danesa Karin Moe Bojsen.
El groenlandés Hugo Svenson se sumó después al grupo en la pequeña población ártica de Kangerlussuaq, donde los cinco componentes han podido ultimar detalles, revisar la ruta, "colocar cada cosa en su lugar y empaquetar la comida por días, según sus características" ha señalado Larramendi.
Los últimos mensajes enviados por los propios exploradores explican que se encuentran en Inlansis, el desierto interior helado de Groenlandia, hasta donde han sido trasladados en un avión bimotor "Twin Otter", junto con las piezas desmontadas del trineo, en un viaje de aproximadamente una hora.
Una vez allí, a una altura de unos 1.556 metros, el equipo ha podido montar en pocas horas el vehículo y las tiendas de campaña que aloja encima, ya que, en esta época del año, en Groenlandia, es prácticamente de día las veinticuatro horas.
Según estas mismas fuentes, los expedicionarios se verán obligados a esperar que amainen los fuertes vientos que continúan soplando en la zona, antes de poder avanzar hacia el interior por la zona oeste de la isla, para iniciar después la ruta hacia el norte.
La tripulación prevé que durante los cuarenta y cinco días que durará la travesía se encontrarán con vientos muy variados, lo que les permitirá poner en práctica todas las técnicas de manejo del trineo, así como probar la calidad de los nuevos materiales y estructuras.
El desarrollo de esta aventura, patrocinada por la agencia de viajes Tierras Polares y apoyada por la Sociedad Geográfica Española, Acciona y el Instituto Pirenaico de Ecología, podría demostrar la utilidad del novedoso vehículo eólico como laboratorio móvil para los programas científicos españoles en zonas polares. EFEverde
