Tokio.- La federación de pescadores de Japón reiteró hoy su rechazo al vertido al Pacífico de agua contaminada y depurada de la central nuclear de Fukushima durante varias reuniones celebradas con el Ejecutivo nipón, que tiene previsto decidir la fecha exacta para esa controvertida medida en los próximos días.
Los pescadores de oponen a los vertidos de agua contaminada
Los pescadores de la prefectura de Fukushima (noreste) y sus colegas del resto del archipiélago nipón vienen mostrando su oposición al vertido desde que el Ejecutivo se decantó por esta opción para deshacerse de las toneladas de agua contaminada que se acumulan en la planta, tras procesarla para retirarle la mayor parte de los isótopos radiactivos.
El presidente de la Federación de Asociaciones Cooperativas de Pesca de Japón, Masanobu Sakamoto, expresó el rechazo en nombre de los profesionales de la industria en las reuniones celebradas este lunes con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, y con el ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishumura.
"Mantenemos de forma tajante nuestra postura en contra del vertido del agua tratada", dijo Sakamoto en declaraciones a los medios tras la reunión con Nishimura, en las que no obstante señaló que "se está avanzando en la comprensión de la seguridad de la medida" tras el informe publicado el mes pasado por la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
La OIEA publicó un informe el mes pasado en el que afirmaba que los planes para el vertido desde la central de Fuksuhima Daiichi cumplían los estándares internacionales de seguridad nuclear y que por tanto no presentaban en principio ningún riesgo significativo para la salud humana ni para el medio ambiente.
Vertido para varias décadas
El representante de la asociación de pescadores también trasladó al Ejecutivo nipón su "gran preocupación" por la previsión de que el vertido se prolongue varias décadas, en paralelo al largo y complejo proceso de desmantelamiento de la central accidentada durante el terremoto y el tsunami de 2011.
"Nuestro único deseo es poder trabajar en paz", señaló Sakamoto. La industria pesquera de Fukushima aún se ve lastrada por las consecuencias de la crisis nuclear de 2011, y teme que el vertido suponga un nuevo golpe a la reputación de sus capturas, que llevan más de una década tratando de reparar.
El primer ministro nipón, por su parte, señaló que el Gobierno "se toma muy en serio el deseo de los pescadores de continuar trabajando como antes", y prometió llevar a cabo el vertido "de forma segura" e incluso "si lleva varias décadas".
Compensación económica
El Ejecutivo de Kishida ha presupuestado unos 80.000 millones de yenes (unos 500 millones de euros) para compensar a los pescadores ante "daños en su reputación" y para apoyar a esta industria tras la descarga al Pacífico.
Fecha por decidir para el inicio de los vertidos de agua contaminada
El Gobierno celebrará una reunión este martes en la que se podría decidir la fecha exacta para iniciar el vertido de las más de 1,34 millones de toneladas de agua contaminada y tratada que se almacenan en las instalaciones nucleares, en las que se agota el espacio.
El líquido procesado y diluido en agua marina antes de su vertido al mar contendrá bajas cantidades de tritio, un isótopo radiactivo, así como otros residuos de materiales radiactivos en concentraciones considerados inocuas dentro de los límites internacionales de seguridad para la industria nuclear, según el OIEA. EFEverde
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