La organización ecologista Greenpeace ha ampliado el recurso que presentó contra un posible reapertura de la central nuclear de Garoña, en Burgos, con la inclusión de la reciente orden ministerial de cese de actividad.
Greenpeace recurrió una orden dictada por el Gobierno del PP en junio de 2012 para anular otra orden de cierre aprobada por el Ejecutivo anterior, del PSOE, en 2009.
La responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, ha indicado a Efe que la ampliación del recurso presentado ante la Audiencia Nacional consiste en la inclusión de la orden de cese definitivo aprobada el pasado viernes 5 de junio por el Ministerio de Industria.
Raquel Montón ha insistido en que el grupo ecologista adoptará las medidas legales oportunas para que no prospere ninguna medida que pretenda evitar el cierre definitivo de la planta nuclear.
De hecho, la portavoz ecologista ha anunciado que Greenpeace presentará alegaciones contra el proyecto de Real Decreto para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y otros residuos radiactivos, que supone la trasposición a una normativa española de una directiva europea.
Montón ha considerado que se pretende vulnerar la seguridad jurídica en materia nuclear y medioambiental, “tramitando de manera anormal una directiva europea en materia de seguridad nuclear” para permitir que Garoña pueda seguir abierta.
En este sentido, ha explicado que “una orden de cese es una orden de cese” y ha recordado que mientras el Ministerio de Industria pretende justificar la reapertura de Garoña por motivos económicos, el cierre de la central nuclear de Vandellós (Tarragona) se produjo hace 23 años precisamente por esa razón. EFE
