La organización ecologista Greenpeace ha denunciado hoy la colocación de madera de ipé procedente de los bosques tropicales de la Amazonía en zonas de paso del recién inaugurado Moll Vell de Palma.
Según ha indicado Greenpeace en un comunicado, para hacer suelos y escaleras del Mol Vell se han empleado 1.800 metros cuadrados de esta madera tropical.
"Otras obras públicas de la ciudad también han empleado madera de ipé, como el nuevo hospital de Son Espases", ha añadido esta organización ecologista.
Greenpeace recuerda que a las administraciones públicas que "la Ley de Montes de 2006 las obliga a realizar una compra responsable de productos forestales.Según esta norma, los proveedores y contratistas deben ofrecer garantías creíbles de que la madera es legal".
Por su dureza y durabilidad, el ipé ha sido descrito como la "nueva caoba", y su valor en el mercado es muy alto.
El destino principal de la madera de ipé es el decking, suelos de exterior muy comunes en terrazas, pasarelas, puentes, piscinas, jardines, etc.
El ipé crece en la Amazonia en una densidad muy baja, con un promedio de un árbol por cada 10 hectáreas.
"Como hemos podido demostrar, el sistema de control de la madera en Brasil no ofrece garantías de legalidad y la demanda internacional de ipé está atizando este desastre", ha apuntado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Greenpeace para la preservación de los bosques
España, comprador de madera amazónica
De acuerdo a Greenpeace, en 2013 España fue el octavo mayor comprador mundial de madera tropical amazónica y el cuarto de la Unión Europea.
Algunas obras emblemáticas en las que se ha utilizado ipé son: el Puente Pedro Arrupe, sobre la ría de Nervión, en Bilbao; Centro Ambiental del Ebro, en Zaragoza; la ampliación de la Diagonal en el Poble Nou, en Barcelona; o el puente de Arganzuela sobre el río Manzanares, en Madrid . EFE
