Fotografía de archivo de una pareja de venados autóctonos de los Cayos de Florida, en Big Pine Key.

EEUU CIERVOS

Un gusano erradicado hace 30 años está diezmando a los ciervos de los Cayos de Florida

Publicado por: Redacción EFEverde 19 de octubre, 2016 Miami

Efeverde.- La población de una especie de venados propia de los Cayos de Florida está siendo diezmada por una plaga de gusanos comedores de carne (Cochliomya hominivorax) que había sido erradicada de EE.UU. hace más de 30 años.

Al menos 85 de estos mamíferos del Refugio Nacional del Ciervo del Cayo han muerto a causa del gusano barrenador del Nuevo Mundo, según confirmó a Efe un portavoz de la reserva.

Los biólogos y otros trabajadores de la reserva detectaron a principios del mes los primeros casos y han tenido que sacrificarlos “con impotencia y tristeza”.

Control de la plaga

En las últimas semanas, se ven a animales de esta especie autóctona (Odocoileus virginianus clavium) y en peligro de extinción, deambulando como zombies por los alrededores del refugio.

El portavoz precisó que el gusano, que ataca los tejidos del cuello y las cabezas de los ciervos, sólo ha afectado hasta el momento a animales de dos cayos: Big Pine Key y No Name Key.

El Departamento de Agricultura de EE.UU. confirmó que se trata de la primera “infección local” en el país en más de treinta años y señaló que el principal objetivo es evitar que se extienda a otros lugares con un control de la mosca de este gusano barrenador del ganado.

El Tapón del Darién, una zonal selvática en la frontera entre Panamá y Colombia, es utilizada como una barrera biológica permanente con moscas estériles para controlar la entrada de la plaga a Centroamérica y demás regiones.

Larvas de moscas

En general, los gusanos barrenadores (también los hay del Viejo Mundo, Chrysomya bezziana) son larvas de moscas que se alimentan de la carne de animales de sangre caliente. Son parásitos que infestan a todos los mamíferos y muy rara vez a las aves.

Por ahora, las autoridades están capturando moscas (la cuales no se desplazan más de 3,2 kilómetros), para conocer el alcance de la infestación y liberando hembras estériles para evitar su reproducción.

Las hembras ponen los huevos en las heridas o en las mucosas de los animales y en el plazo de un día se convierten en larvas que se alimentan de los tejidos del animal durante un periodo de 5 a 7 días, para luego emerger como adultos y seguir el ciclo.

En Florida, esta plaga amenaza a una población de unos 800 a 1.000 ejemplares del ciervo del Cayo, que por esta época de celo suelen resultar con heridas en las cornamentas. Efeverde

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Redacción EFEverde

Un equipo de periodistas especializados en periodismo e información ambiental de la Agencia EFE.