Pekín (EFEverde).- La comisaria de la Unión Europea (UE) para la Acción Climática, Connie Hedegaard, aseguró hoy en Pekín que aunque “no hay duda de que se necesita algún tipo de diferenciación” entre los países con respecto a sus emisiones de gases de efecto invernadero, eso no quita que sea necesario un nuevo tratado global.
De viaje en China entre ayer, día 23, y el próximo 26 de abril, Hedegaard hizo estas declaraciones durante un encuentro este jueves con los medios en la capital de la potencia asiática, en el que enfatizó que, “una vez se identifique la diferenciación, no veo razón por la que no se pueda establecer un marco legal común”.
Mientras se espera que este nuevo marco o tratado sea acordado en la cumbre de París de diciembre de 2015, los encuentros entre la comisaria europea y los países implicados, en este caso la segunda economía mundial, se multiplican para acercar posturas.
El pasado mes, China pidió que todas las naciones desarrolladas eleven sus objetivos de reducción de emisión de gases de efecto invernadero por encima de los niveles actuales “sin ninguna condición”, según remarcó en un documento enviado al Secretariado de la ONU del Cambio Climático.
China, el mayor consumidor de carbón del mundo -su principal fuente de energía- se ha impuesto la meta de reducir su intensidad de carbono (emisiones por unidad de PIB) en 2020 hasta un 40 o un 45 por ciento por debajo de los niveles de 2005.
Aunque tras un encuentro mantenido ayer con el viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, la comisaria europea alabó los planes de China, que ha invertido miles de millones en energía nuclear y la industria de las renovables, y también destacó que espera “mayor compromiso” de la potencia asiática en el plano internacional.
Pero Pekín se ha mostrado tradicionalmente reticente a dar su brazo a torcer de cara a terceros, sobre todo a Estados Unidos o Japón, y de momento se centra en lograr consenso de puertas para adentro con respecto a su postura de cara a un nuevo tratado global.
Admitiendo esta circunstancia, Hedegaard destacó que “mi impresión es que en China, como otros países, se está discutiendo, analizando y preparando cuál podría ser su contribución en (la cumbre de) 2015”.
“Todos los gobiernos del mundo lo están discutiendo”, matizó, y dijo que los líderes europeos, por su parte, se han comprometido a tener listo su proyecto para octubre, como máximo.
Hasta entonces, la comisaria dijo que espera “crear un espacio común” con otros países, como China, el mayor contaminante del planeta, en el que “discutir y contribuir con nuestras experiencias positivas, pero también con las malas, para entender qué funciona y qué no”.
“Creo que trabajar juntos -añadió- guarda todo el sentido”.
A su vez, defendió que el uso de “energías baratas”, y normalmente más contaminantes, resta eficiencia, y que China, un país que describió tener una “enorme intensidad energética”, tiene “aún mucho potencial en dirigir la eficiencia de su consumo”.
La comisaria viajará entre hoy y el día 26 a la provincia oriental de Jiangsu y a Shanghái, donde se reunirá con algunos líderes provinciales y visitará compañías de tecnologías de energías renovables.
Su visita a China se produce poco antes del encuentro sobre cambio climático de la ONU en Bonn el próximo junio, en el que representantes de más de 190 países continuarán debatiendo los términos del acuerdo de un nuevo tratado internacional climático, con la vista puesta en la cumbre de París de 2015. EFE
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