EFEVERDE.- ‘Hijos de la Tierra’, de Patxi Uriz, fue premiado con el Goya al mejor documental en su última edición y en él este fotógrafo navarro ha querido reflejar el sentido profundo de la Naturaleza a través de la estrecha relación que los indígenas de Amazonas, los herboristas de Navarra u otros pueblos celosos de sus costumbres primigenias mantienen con el planeta Tierra.
El fotógrafo, Patxi Uriz, ha hablado con EFE para contar sus experiencias con estos pueblos, muchos de ellos abocados a su extinción “por la avaricia humana”.
Con el objetivo, además, de ofrecer un mensaje: “Sentir a la madre naturaleza es entender su sabiduría, porque todos somos hijos de la tierra, y además pretende ser un alegato en favor de la medicina natural porque la naturaleza está plagada de plantas que son beneficiosas para nuestra salud”.
Para Uriz, “todas las civilizaciones se han curado con las plantas que tenían a su alrededor. La naturaleza no solamente son paisajes bonitos sino que en ella todo está relacionado y la tenemos que cuidar porque es fuente de vida y salud”.
“Vivimos en una sociedad moderna, en la que el ruido y las prisas no nos permiten pararnos a escuchar a la tierra, y la explotamos vorazmente, para extraer cuantos más recursos mejor, tanto por parte de las multinacionales como por las obras que se hacen sin ningún sentido, sin ningún respeto por la naturaleza. Pero afortunadamente creo que la gente está empezando a reaccionar”.
Por eso, Uriz manifiesta que, “la gente con mi documental no se queda indiferente y, por lo menos, es una semilla para que despierten, cambien de conciencia y sepan un poco más acerca de su vínculo con la madre naturaleza y la madre tierra”.
“Cada vez está más claro” para el fotógrafo navarro que los pueblos originarios, donde han proliferado las religiones monoteístas, han ido perdiendo identidad. “Yo lo viví en Amazonas, donde esta situación les ha hecho más vulnerables y, como consecuencia, las empresas madereras y las petroleras entran en sus territorios más fácilmente. Los indígenas, así, caen en el abandono y en el alcoholismo propiciado por estas grandes multinacionales”.
“Una gran devastación en el medio natural”
Uriz asegura que “hay una gran devastación del medio natural por todo este afán de apropiarse de los recursos de la madre tierra que tendrían que beneficiar a todos”.
Han sido muchos los personajes que han quedado grabados en las cámaras del equipo de Uriz, y entre ellos los que más han llamado la atención al fotógrafo navarro está Terry Dobney, archidruida de Avebury, en Inglaterra.
“La verdad es que yo pensaba que los británicos también tenían una vida muy occidentalizada, muy materialista, sin embargo, mantienen estas ínsulas, como el que se encuentra en el gran conjunto megalítico de Stonehenge, construido a finales del neolítico, donde este archidruida es su guardián”.
La utilidad de las plantas a través de su fisonomía.
“También me llamaron mucho la atención los chamanes de Amazonas que son los que realmente se encuentran en el corazón de la selva. Ellos tienen un gran conocimiento de la naturaleza y de las plantas, que, por la observación de su fisonomía, descubren su utilidad. Por ejemplo, un arbusto con la corteza similar a la piel de una serpiente, la utilizan como antídoto a la mordedura de ese animal, y les funciona”.
“De esta forma, conocen innumerables plantas y saben cómo se asocian con las enfermedades para curarlas, porque ellos están muy conectados con la naturaleza y saben entenderla”, asegura Uriz.
Al mismo tiempo, añade el fotógrafo, los chamanes “son personas muy espirituales a los que la naturaleza les da mensajes y cuando entran en la selva buscando algo, mentalmente las plantas les presentan las respuestas”.
“Esto suena baladí, pero yo que he vivido con muchos de estos chamanes y la verdad es que todos coinciden en lo mismo, que las plantas les descubren lo que ellos van buscando”.
Hijos de la Tierra fue en principio un encargo para elaborar un libro fotográfico de plantas medicinales que se cultivan en Navarra y en la selva de Amazonas como zona de preservación.
“Cuando nos poníamos a hablar sobre el proyecto, de cómo íbamos a abordar el tema fotográfico surgieron muchos testimonios y muchas relaciones e intercambios culturales a través de este tema”.
Uriz empezó a pensar que el proyecto daba para mucho más “y comenzamos a realizar el documental; se fueron ensanchando los horizontes y fuimos entrevistando a más chamanes y más herboristas. Estuvimos grabando durante dos años, no solamente por Brasil sino por México, el País Vasco, por toda España con muchos herboleros y muchos testimonios. Al final, han sido 14 los elegidos que aparecen en el documental”.
Una trayectoria plagada de riesgos y premios
La primera frontera que cruzó Patxi Uriz como fotógrafo fue por razones humanitarias en la posguerra de los Balcanes en el año 1996. Este trabajo lo realizó junto al cámara de TVE Txus Barrena y dio como resultado la exposición “Los Frutos de la Guerra”.
En el año 2000 creó la Agencia Phototext y trabajó como fotoperiodista promocionando nuevos destinos turísticos, trabajo que le hizo recorrer durante seis años países de los cinco continentes.
Durante su carrera profesional, una gran parte de estos trabajos realizados están centrados en viajes y gastronomía, obteniendo premios importantes. En 2008 recibió el Premio National Geographic, en su edición española, por una fotografía realizada en Angkor (Camboya) durante una boda campestre.
La Gourmand Cookbooj Awards le ha premiado en dos ocasiones. En 2009 su libro “Navarra a la Carta” es premiado en Londres como el tercer libro de viajes gastronómicos del mundo.
En 2010, su libro “Navarra la cultura del vino” en el que colabora como coordinador editorial y fotógrafo, es premiado en París como mejor libro del mundo de vinos europeos.
Actualmente, ‘Tahití y sus islas , mito y realidad’ es la exposición fotográfica itinerante con la que recorre España. ‘Pamplona, retratos de una ciudad’ y ‘Verduras de Navarra, sabores y emociones’ son los últimos libros publicados como fotógrafo y coordinador editorial.
En la actualidad está preparando el libro “Polinesia, con acento vasco”, un viaje por los Mares del Sur siguiendo la ruta del marino de Getaria Domingo de Bonechea, descubridor de Tahití.
En cuanto al Premio Goya recibido en esta última edición, Patxi Urtiz enfatiza que “presenté este trabajo para que la gente se hiciera eco de las repercusiones de la civilización en la naturaleza y parece que el mensaje está gustando y se nos pide que continuemos con este tipo de documentales”.
“Ojalá llegue el día en que nos pongamos a trabajar para hacer una versión extensa, y contar toda esta sabiduría que ha dejado la madre tierra a través de estos hijos de la tierra”, desea el fotógrafo Patxi Uriz.
“La mejor manera de ser realistas es mantener despierta la imaginación. Y el único sustento de la imaginación es observar la realidad”, es la frase que aparece como sentencia y resumen de su experiencia en su página web.http://www.patxiuriz.com/. EFEverde