Ana Tuñas Matilla
Madrid.- Iberdrola ha demandado a Repsol por considerar que su publicidad "verde" es "greenwashing", un movimiento que, aunque no es nuevo en España, pues existe, al menos un precedente similar protagonizado por L'Oreal e ISDIN, ha sorprendido a ecologistas consultados por EFEverde, que consideran que ambas empresas han contribuido a la crisis climática y pérdida de biodiversidad.
Así, ya hay voces que se preguntan si lo que hay detrás de esta demanda es un interés real por proteger el medio ambiente, el planeta, o simplemente un paso más en la batalla por ganar mercado.
La controversia
La demandante acusa a Repsol de ejercer ecopostureo o "greenwashing" por publicitarse como una compañía más sostenible, más renovable y menos emisora, y, al mismo tiempo, fomentar el consumo de combustibles fósiles con campañas en las que ofrece descuentos en sus gasolinas y gasóleos a cambio de contratar con ellos la electricidad del hogar, según fuentes conocedoras del proceso.
Entre otras cuestiones, Iberdrola también sostiene que una compañía que aún obtiene el 82 % de su negocio de los combustibles fósiles (máximos responsables del cambio climático según los científicos) no puede denominarse "renovable", calificativo con el que tampoco debería etiquetar a sus biocombustibles procedentes, mayoritariamente, de cultivos al otro lado del Atlántico.
Por su parte, Repsol defiende que, a su juicio, la demanda no busca proteger ni al medio ambiente ni al consumidor, sino que lo que persigue es frenar su crecimiento en el mercado eléctrico, "que hasta hace pocos años se repartían entre tres compañías" y en el que ahora hay más competidores.
Ilustración de archivo de May en la bitácora Mundo May en la blogosfera de EFEverde
Cómo se ve desde el ecologismo
Para el responsable de Energía y Clima de Greenpeace España, Pedro Zorrilla, aunque resulte paradójico "que un contaminador acuse a otro de contaminar", el hecho de que se denuncien campañas de "greenwashing" es siempre bienvenido.
En este sentido, ha recordado que Greenpeace ha denunciado reiteradamente las campañas de Repsol para impulsar la venta en sus estaciones de servicio de carburantes sintéticos (producidos con basura) a todo tipo de público, cuando estos deberían reservarse sólo para sectores difícilmente electrificables, como la aviación, el trasporte marítimo o diferentes industrias.
No obstante, también habría que preguntarse si está legitimada para interponer una demanda de este estilo una compañía como Iberdrola, que además de producir eólica o solar, comercializa gas, genera electricidad con ciclo combinados (gas) y nucleares (residuos radiactivos) o ha estado en el punto de mira por su gestión de los embalses hidroeléctricos, recuerdan.
"Invierten en renovables porque ven negocio ahí", pero también tendrían que cambiar cosas, como dejar de explotar el gas, ha apuntado Zorrilla, quien ha insistido en que "denuncie quien denuncie", el ecopustureo es algo que hay que criticar y parar.
Para el responsable de Energía y Clima de Ecologista en Acción, Javier Andaluz, tanto Repsol como Iberdrola tienen un modelo de negocio "incompatible con la lucha contra la emergencia climática" y ninguna de las dos debería anunciarse como verde o como solución al calentamiento global.
"Es más, ambas son responsables de una gran parte de la degradación ambiental e histórica y deberían pagar por esas consecuencias. Frenar el lavado verde y aplicar el principio de contamina paga sigue sin producirse", han lamentado el activista.
"Estamos pendientes de la actualidad energética y desde el equipo de Clima están siguiendo el tema. Sin embargo, no tenemos un posicionamiento concreto en este caso, más allá de que evidentemente estamos en contra de las prácticas de greenwashing, vengan de donde vengan", han apuntado desde WWF España.
Iberdrola demanda a Repsol por "greenwashing" en sus campañas publicitarias
¿Está el sistema preparado?
En España, por ahora, no existe regulación específica del ecopostureo, aunque el Gobierno trabaja ya en la tramitación de una Ley de Consumo Sostenible para regular la publicidad ambiental engañosa e impulsar el mercado de productos ecológicos, duraderos y reparables.
La nueva normativa se redactará al hilo de las directivas europeas emitidas en la materia e incluirá sanciones a prácticas empresariales de blanqueo ambiental consideradas como "competencia desleal".
Mientras llega, la demanda de Iberdrola a Repsol se basa en una vulneración de la Ley de Defensa de la Competencia y se dirimirá en un juzgado de lo Mercantil (en este caso de Santander), algo para lo que, según defienden expertos consultados por EFEverde, el sistema español está perfectamente preparado.
La resolución se basará en los informes periciales que las partes presenten durante el juicio, en el que, además, las directivas europeas podrán ser tenidas en cuenta como elemento interpretativo (dado que aún no han sido transpuestas por España).
Conocida la demanda, Repsol podrá, entre otras opciones, plantear reconvención, es decir, que no se limite sólo a contestar lo alegado por Iberdrola, sino que aproveche el proceso para demandarla por la misma cuestión.
Precedente en España
No es la primera vez que algo similar pasa en España, pues existe el precedente protagonizado por la compañía catalana ISDIN y el gigante de la cosmética L'Oreal, que denunció a la primera por competencia desleal por comercializar cremas solares publicitadas como biodegradables y acabó siendo demandada por lo mismo.
En esta ocasión, el juez sentenció que tanto L'Oreal como ISDIN decían "la verdad" por considerar que los informes aportados por las partes confirmaban que las cremas de ambas son biodegradables, ha explicado a EFEverde el titular del juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona encargado del caso (ahora en apelación), Ignacio Fernández.
En derecho privado, ha apuntado, las partes han de proveer sus propias pruebas y en un pleito de estas características se impone la inversión de la carga, lo que se traduce en que el demandado es quien debe probar que lo que dice en su publicidad es verdadero.
Se trata de asuntos jurídicamente complejos en las que las partes presentarán periciales contradictorias basadas en informes de expertos, ha añadido.
Por otra parte, cada vez habrá más litigios de este estilo, sobre todo porque cada vez son más los consumidores que basan sus elecciones de compra en los supuestos beneficios para el medio ambiente de un producto. EFEverde
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cga/mgl/jlm
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