Lourdes Urquillas.- EFEverde.- El biólogo navarro e investigador del viento Ignacio Oficialdegui López, quien ha cruzado tres veces la Antártida, ha llegado dos veces al Polo Sur Geográfico y ha participado en las expediciones del Trineo de Viento, ha sido elegido como uno de los 50 exploradores más influyentes del mundo por el Explorers Club de Nueva York.
Oficialdegui, miembro de la Sociedad Geográfica Española y del Club Geográfico de Navarra, ha explorado el viento y participado en expediciones en más de 70 países, la última fue en la Antártida, donde a bordo del Trineo de Viento (Windsled) junto a su inventor, el también explorador Ramón Larramendi, recorrieron 2.500 kilómetros ratificando que se puede realizar investigación polar de forma más económica, limpia y sostenible con el entorno con ese vehículo en relación a las formas tradicionales.
Autopistas polares del viento

El biólogo navarro explica en entrevista con EFE que estudia las autopistas polares del viento, que son invisibles, y consiste en seguir las corrientes principales del viento -tanto en el interior de la Antártida como en el interior de Groenlandia-, “zonas donde no es posible la vida, no hay asentamientos humanos y la exploración es escasa en esos lugares porque es muy compleja y muy cara”.
Los exploradores que deciden adentrarse en estos lugares, lo hacen “con vehículos oruga, consumiendo mucho gasoil”, que deja contaminación en unos lugares prístinos.
Sin embargo, lo que han realizado con el Trineo del Viento “es diseñar grandes rutas” para el transporte de personas y material, pero tirados por el viento, lo que no les permite viajar por cualquier sitio o en cualquier dirección, sino que “hay que conocer cómo son los patrones”, que son los que marcan las grandes rutas que “nosotros llamamos las autopistas polares del viento”.
Es como hablar de las autopistas de viento marino, y un “ejemplo clásico” es la ruta de llevó a Cristóbal Colón desde España hasta América, guiado por los vientos alisios por el sur del océano Atlántico, que luego sube por la costa de América y vuelve también con el viento por el norte del Atlántico otra vez a Europa, explica el explorador.
Larramendi y él, junto a otros miembros de un equipo, han explorado y validado estas autopistas gigantes del viento pero sobre el hielo en estos dos continentes, que tienen una extensión aproximada de 30 veces España con respecto a la Antártida y entre 7 y 9 veces España con relación a Groenlandia.
Trineo de Viento

Oficialdegui, quien profesionalmente se dedica a la meteorología -concretamente al viento-, ha trabajado desde el año 2000 junto a Larramendi, diseñador del Trineo de Viento, y con quien ha podido explorar todas esas autopistas de viento y validarlas, lo que les permite haber podido demostrar que es “viable” hacer todos esos viajes y sin contaminar.
Explica que las expediciones tradicionales que se adentran en la Antártida o en Groenlandia utilizan aproximadamente cuatro convoys de vehículos oruga gigantescos, que llevan unos remolques con miles de litros de combustible, que para que puedan llegar a la Antártida deben viajar en varios aviones Hércules, que consumen una cantidad “brutal” de combustible, lo que significa tener bases de combustible ahí, y que implica tener a miles de personas viviendo ahí consumiendo combustible.
La expedición del Trineo de Viento “lo único que lleva son unas maderas y unas cuerdas y una cometa que tira de él y se puede transportar como equipaje convencional en una avioneta, es todo lo que consume”, asegura Oficialdegui.
Un mundo de explorador

Pero estas no han sido sus únicas expediciones, en su currículum están entre otras: Expedición Antártida Inexplorada (2018-2019) en la que se hicieron investigaciones para la Agencia Espacial Europea (ESA) y diferentes centros universitarios en colaboración con el Comité Polar Español; Expedición Navarra al Polo Norte Geográfico; Expedición Transantártica española 2005-2006 con el Trineo de Viento; Polo Sur Sin Límites al Polo Sur Geográfico (2009); Acciona WindPowered Antártica (2012); o Greenland Ice Summit (2016).
Su labor de investigación se une a la labor humanitaria. Unos años antes -concretamente en 1993- trabajó en labores de logística en la guerra de Bosnia, de donde viajó a Zimbabue permaneciendo allí dos años recorriendo la sabana y macizos. Tras conocer allí a la organización humanitaria Médicos Mundi se trasladó a Ruanda con ella, donde rehabilitó un hospital rural hasta que tuvo que salir de ahí por motivos de seguridad porque asesinaron a cinco compañeros, volviendo a Pamplona donde ha seguido trabajando con la ong.
Oficialdegui, cuya candidatura al reconocimiento de la sociedad estadounidense Explorers Club de Nueva York fue presentada por Larramendi, ha sido seleccionado entre unos 400 candidatos de 48 países, y se ha reconocido en el explorador pamplonés “su capacidad de innovar y de explorador que ha demostrado a lo largo de su trayectoria, tanto a nivel profesional como personal”.
Actualmente, el biólogo y explorador participa en la formación de una Agrupación de Geografía, exploración y viajes en el Ateneo de Madrid, según una nota de Trineo de Viento. EFEverde
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