EFEverde.- El incendio en la Sierra de Gata, al norte de la provincia de Cáceres, ha afectado a 8 municipios y ha calcinado 7.817 hectáreas, según los datos aportados por el director general de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, Pedro Muñoz.
Pedro Muñoz y la secretaria general de Política Territorial y Administración Local, Nieves Esteban Paz, se han reunido esta mañana en Hoyos (Cáceres) con técnicos de la Mancomunidad de la Sierra de Gata y alcaldes de los municipios afectados para una primera evaluación de los daños causados por el incendio en esta comarca cacereña.
Muñoz ha explicado que de acuerdo con esta primera valoración, del total de hectáreas quemadas, 1.356 corresponden a montes de gestión pública y 6.460 a fincas privadas.
En cuanto a la vegetación, lo que más se ha quemado ha sido matorral (3.958 hectáreas), seguido de pino (1.850 ha), rebollo (1.395 ha), alcornoque (272 ha) y 118 hectáreas correspondientes a castaños y especies de ribera.
Del total de las 7.817 hectáreas que se han calcinado en la Sierra de Gata, 1.604 pertenecen a la Red Natura, según los datos facilitados por Pedro Núñez, quien ha apuntado que han sido dañados distintos hábitats, especialmente los brezales.
En relación con las especies protegidas, sólo hay que contabilizar un nido de águila calzada en el término municipal de Acebo, dado que ni la colonia de buitre negro ni ninguna otra especie como la cigüeña negra, el águila real o el halcón peregrino han sufrido daños.
Reunión con alcaldes
La secretaria general de Política Territorial y Administración Local ha señalado que el incendio está ya estabilizado y ha explicado que la reunión de hoy tiene como objetivo escuchar las "propuestas e inquietudes" de los alcaldes de los municipios afectados basadas en las ayudas a explotaciones agrícolas y ganaderas, la reforestación de las zonas quemadas y con las medidas de prevención para "que esto no se vuelva a repetir".
El director general de Medio Ambiente ha agregado que los trabajos "más inmediatos" que se van a realizar tienen que ver con reducir el riesgo de erosión y de colmatación de arroyos y embalses.
Los técnicos han trabajado ya sobre el terreno y, además, han iniciado la segunda fase, que tiene que ver con la regeneración de los montes. EFEverde
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