La recuperación de espacios naturales y seminaturales, desde bosques hasta cubiertas urbanas ajardinadas, jardines verticales y entornos acuáticos, es el objetivo del enfoque "Infraestructura Verde", frente a la "Infraestructura Gris" propia de la urbanización y el uso intensivo de la tierra disponible.
Este concepto está siendo desarrollado por expertos europeos en el marco del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2020, en el que la UE se comprometió a restaurar el 15% de sus ecosistemas degradados, según ha explicado a EFEverde el representante directivo de la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), Jordi Cortina.
Cortina ha asegurado que se trata de aplicar "una nueva perspectiva inspirada en el funcionamiento de la propia Naturaleza" y en la que se pueden integrar "las acciones en las que España tiene una vasta experiencia, como la gestión de bosques excesivamente densos para disminuir la vulnerabilidad ante incendios, aunque va mucho más allá".
La novedad reside en incidir también en áreas que influyen diariamente en la vida y la cultura de las personas, "trascender el contexto forestal y, más allá de las cifras, atender a lo que puede apreciarse en un simple paseo: preocuparnos de los lugares donde realmente vivimos, infraestructuras grises y entornos periurbanos agresivos".
El catedrático espera que la política europea opte por la participación y "desarrolle técnicas y protocolos que permitan a la gente expresarse, para que participe activamente en todas las fases de la restauración ecológica".
En este sentido, la AEET trabaja actualmente junto a sociólogos y economistas para desarrollar técnicas de participación que, "más allá de la exposición del proyecto, busquen grupos de interés, gente que realmente dependa de un área y esté interesada en colaborar" para el cambio de perspectiva.
La práctica que defiende el profesor se basa en métodos participativos en que los técnicos colaboren con agricultores o vecinos de las zonas afectadas.
"Preguntamos qué esperan de una zona degradada concreta, qué aspiraciones tienen, e incluso en qué términos medirían el éxito de las intervenciones", ha detallado, porque "se trata de que la sociedad se haga cada vez más responsable de su propio bienestar sin dejarlo en manos ajenas y anónimas".
Según Cortina en este proyecto es deseable la participación de oenegés y asociaciones vecinales, pero también del sector privado, como en el caso de la industria turística "que identifica el valor de sus productos con la mejora del entorno medioambiental, como sucede por ejemplo con las vistas que el cliente de un hotel puede disfrutar desde su habitación".
Con esta filosofía, ya se han rescatado zonas como el anillo verde de Vitoria, las inmediaciones del río Besós, el vertedero barcelonés de Vall d'en Begues, o las dunas del Parque Natural de la Albufera.
Cortina espera no sólo frenar la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos, sino incluso revertir el daño hecho en puntos concretos de nuestro país y de todo el continente europeo, ya que "la sociedad se sustenta en los beneficios de la Naturaleza", desde lugares de recreo a zonas de alimentos, regulación climática o prevención de inundaciones. EFE
