La polución y la sequedad son dos de los factores que más contribuyen en otoño a la formación de arrugas en la piel, según una revisión de estudios de CRES (Centros de Recuperación del Estado Saludable), que ha editado un decálogo de consejos para preparar la piel ante el frío.
El viento y el frío, “son agentes externos que pueden provocar la deshidratación de la piel al bajar la humedad del ambiente, lo que conduce a una extrema sequedad”, indica la doctora Cristina Selva, médico estético en CRES.
Ha explicado que una revisión de estudios realizada en Francia y China y publicada en Journal of Dermatological Science concluye que la contaminación atmosférica tiene efectos perjudiciales sobre la piel humana.
En concreto, la exposición a partículas ambientales “contribuye al envejecimiento prematuro” y “reduce los antioxidantes de la piel”.
También influyen los cambios bruscos de temperatura, que pueden provocar rojeces en la cara o eccemas en personas predispuestas. EFeverde