Las esponjas vítreas, que crecen lentamente y cuyas colonias pueden datar de hasta hace 10.000 años, están invadiendo rápidamente áreas de la Antártida antes cubiertas por el hielo, según un artículo que publica hoy la revista Current Biology.
Las esponjas vítreas o hexantinélidos son una clase de poríferas cuyo esqueleto mineral está compuesto por espículas silíceas. Es un grupo animal arcaico en la base del reino animal que abunda en el fondo marino de baja profundidad en la Antártida.
Muchos biólogos han creído hasta ahora que su crecimiento es tan lento que un conjunto de dos metros podría datar de cien siglos o más.
Pero ahora, Claudio Richter, del Instituto Alfred Wegener en Alemania, dijo que el crecimiento observado “es mucho más rápido de lo que se creía”.
Comparando tramos idénticos a través de imágenes tomadas por un vehículo submarino a control remoto en una de las partes menos accesibles de la Antártida, “encontramos incrementos de dos y tres veces en la biomasa y abundancia de las vítreas entre 2007 y 2011”, señaló Richter.
Los tramos estudiados se encuentran en el manto de hielo Larsen E, en la costa este de la Península Antártica frente al mar de Wedell.
“Un principio general aprendido de nuestro estudio es que las comunidades bénticas -el área más baja de los cuerpos de agua- son muy dinámicas aún en las condiciones ambientales extremas que prevalecen en la Antártida”, dijo Laura Fillinger, autora principal del estudio.
El cambio climático global ha causado una ruptura y una retirada de los mantos de hielo en la Península Antártica, creando nuevos espacios para diferentes formas de vida subacuática.
Pero, dijo Fillinger, no está claro que en este caso las esponjas vítreas terminen siendo las mayores beneficiarias del cambio.
“Hay muchas incógnitas y no podemos hacer pronósticos”, agregó. “Un ejemplo es la cuestión de la influencia de los competidores. Actualmente vemos una competencia feroz por el espacio en el lecho marino”. EFEverde