San José (EFEverde).- El fundador de la organización ambientalista Sea Shepherd, el canadiense Paul Watson, celebró este martes el fin de un proceso judicial en su contra en Costa Rica y aseguró que ahora puede “defender y conservar la vida marina”.
La oficina de Sea Shepherd en Costa Rica informó que la semana pasada el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, declaró sin lugar un recurso de apelación de sentencia presentado por el Ministerio Público.
Esta apelación fue presentada contra una resolución de sobreseimiento definitivo por prescripción emitida por el Tribunal de Juicio en favor de Watson, quien era acusado de intentar hundir una embarcación pesquera en 2002. Según la defensa de Watson, el caso prescribió en 2014.
De esta forma Watson queda libre de los cargos que se le imputaban y además se pone fin también a una orden de captura internacional girada en su contra hace aproximadamente 13 años.
“Ahora sí puedo, finalmente, ayudar a defender y conserva la vida marina en Costa Rica y América Latina”, manifestó Watson en un comunicado de prensa de la organización Sea Shepherd.
El activista Watson expresó su “satisfacción y felicidad” al conocer la prescripción del caso y el levantamiento de la orden de captura internacional que pesaba en su contra.
“Durante estos 16 años me negué a presentarme ante las autoridades costarricenses porque para los intereses internacionales de la pesca ilegal, que le han puesto precio a mi cabeza, hubiera sido muy sencillo atentar contra mi vida si era encerrado durante un juicio en una cárcel costarricense y de hecho recibí múltiples amenazas directas”, indicó Watson.
Costa Rica requería en extradición al activista por ausentarse en 2006 de un juicio en el que pescadores costarricenses lo acusaron de tratar de hundir su embarcación en aguas guatemaltecas en el año 2002.
Según la organización ambientalista, el barco costarricense estaba efectuando el “aleteo” de tiburón, una práctica ilegal que consiste en cortar las aletas del animal -su parte más cotizada- y lanzar el resto del cuerpo al mar.
“En las acciones efectuadas aquel día nunca hubo ningún tipo de daño o agresión contra la embarcación Varadero 1, ni a su tripulación. Actuamos con el único y genuino fin de proteger a los tiburones que estaban siendo masacrados”, destacó Watson.
El conservacionista añadió que otra de las razones para no presentarse a juicio en Costa Rica fue por la posibilidad de que las autoridades lo extraditaran a Japón.
Según Watson, Japón le considera un “enemigo de sus valores tradicionales por defender a las ballenas de la brutal matanza de que son víctimas a manos de los balleneros nipones”.
Sea Shepherd hizo un llamado a Costa Rica sobre el estado de vulnerabilidad de las especies marinas que habitan en la Isla del Coco y la península de Osa (Pacífico), en especial, las diversas especies de tiburones que han hecho de ese hábitat su refugio natural, pero que, en su opinión, son objeto de la pesca ilegal y del aleteo. EFE
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