El Cairo (EFEverde).- Egipto seguirá negociando y haciendo incansables esfuerzos para alcanzar un "acuerdo legal" con Etiopía sobre el llenado de agua de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD, en inglés) que Adis Abeba está completando en el Nilo Azul, con el objetivo de "preservar la seguridad hídrica y evitar daños" para la población egipcia.
Construcción de una polémica presa en el Nilo Azul
"En la ronda de negociaciones que finalizó en El Cairo no se produjeron cambios tangibles en las posiciones de la parte etíope", declaró el departamento egipcio en un comunicado emitido al término de una reunión mantenida este lunes entre las delegaciones de Etiopía, Egipto y Sudán iniciada el domingo.
El Ministerio de Recursos Hídricos de Egipto lamentó que no haya "cambios tangibles en la posición" de Etiopía respecto a la polémica presa que Adis Abeba está completando en el Nilo Azul, afluente del Nilo, después de que haya terminado la primera ronda de diálogo entre los países de la cuenca del río tras un año suspendido por desavenencias.
En esta reunión, la primera tras un año de negociaciones suspendidas por las quejas de Egipto y Sudán contra el llenado "unilateral" de la presa por parte de Etiopía, tenían el objetivo de "llegar a un acuerdo sobre las normas del llenado y la operación" de la gigantesca infraestructura hidroeléctrica, según la nota.
A pesar de registrar un nuevo fracaso en las conversaciones, Egipto afirmó que continuará realizando "incansables esfuerzos para alcanzar un acuerdo legal y vinculante lo antes posible" y que "tenga en cuenta los intereses de Egipto para preservar su seguridad hídrica y evitar daños".
Beneficios para Egipto, Etiopía y Sudán
El ministerio recordó que el acuerdo pretende beneficiar a "los tres países", por lo que pidió "que todas las partes negociadoras adopten una visión integral" de cara a las próximas rondas de negociación, aún por determinar.
Etiopía considera que la construcción de la presa GERD, que comenzó en 2011, es vital para su economía, mientras que Egipto y Sudán temen que afecte a los niveles de agua del Nilo en sus respectivos tramos, y exigen que Adís Abeba detenga su llenado hasta que se alcance un acuerdo sobre los mecanismos para hacerlo.
En 2015, los tres países sellaron un acuerdo que establece que la presa no debe afectar a la economía, el caudal del río y la seguridad alimentaria de ninguno de ellos.
Sin embargo, las negociaciones que se han llevado a cabo desde entonces no han logrado ponerlos de acuerdo, y Egipto y Sudán han acusado al Gobierno etíope de haber llevado a cabo las sucesivas fases del llenado de forma unilateral, sin haber pactado los mecanismos para evitar posibles afectaciones en la cantidad de agua que les llega. EFEverde
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