Córdoba.- El presidente de Enresa, José Luis Navarro, se ha mostrado convencido de que «algún día España tendrá que disponer de un almacén donde irá lo que no puede ir a El Cabril», un almacenamiento geológico profundo (AGP) para almacenar los residuos de alta actividad y el combustible gastado procedente del desmantelamiento de las centrales nucleares.
Navarro ha realizado esta afirmación este lunes en Córdoba en una rueda de prensa con motivo de las XXI Jornadas de Residuos Radiactivos de Instalaciones Radiactivas, en la que ha asegurado que la «experiencia dice que han sido necesarios entre cuarenta y cincuenta años desde que se empieza un proceso de participación pública hasta que ese almacenamiento está disponible para recibir residuos».
El responsable de la empresa estatal de la gestión de los residuos radiactivos hacía así referencia al caso de Finlandia, que «espera ponerlo en servicio en 2025 o 2026 y lleva ya muchísimos años trabajando», en una cuestión en la que hay «un acuerdo total de la comunidad científica internacional».
Para ello, ha subrayado, se ha llevado a cabo «un proceso social de información a la sociedad de participación de los territorios en el ámbito municipal, regional y estatal», un camino que ha también ha recorrido Francia.
En esta caso, la empresa análoga de Enresa en aquel país, Andra, dispone ya de autorización para la construcción del AGP a más de doscientos kilómetros al este de París. «Eso lo ha conseguido Francia habiendo empezado como veinte años antes que nosotros», ha precisado.
Para José Luis Navarro, «ese es el camino del Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, pero tendrán que ser los poderes públicos en cada momento los que impulsen ese proceso para que España pueda tener esa solución como la están consiguiendo ya otros países europeos».
En la actualidad, está vigente el Sexto Plan, que autoriza a Enresa a ampliar El Cabril para el almacenamiento de residuos de baja y media actividad, con unas previsiones realizadas en 2006 y que, aunque «en algunos aspectos se ha quedado muy desfasado», acertaron en lo que se refiere a las instalaciones ubicadas en Sierra Albarrana, en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba).
El presidente de Enresa se ha mostrado seguro que doce primeras de las veintisiete nuevas celdas de almacenamiento previstas estén listas en 2028, para lo que deben comenzar a construirse en 2025, algo para lo que espera disponer de la autorización a finales del año próximo.
Hasta entonces, ha asegurado, no habrá problema de almacenamiento porque «tenemos una capacidad de previsión muy fina, muy ajustada respecto a los volúmenes anuales de residuos», incluso con los procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares que pueden ir a El Cabril por su tipificación.
Eso porque «hay otros países del mundo en los que quien desmantela centrales nucleares son los propios propietarios, en España no, y eso nos da a Enresa, como empresa pública estatal, al ser al mismo tiempo quien desmantela y quien gestiona los residuos, una capacidad de visión global y de alcanzar una gran precisión en nuestras previsiones de inventario futuro». EFEverde
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