La reforma energética del Gobierno ha supuesto un impacto negativo de entre 150 y 160 millones de euros, según la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel).
El presidente de Aspapel, Eduardo Querol ha afirmado que estas cifras suponen un “impacto muy importante que merma” la capacidad inversora y competitiva del sector, después de que la industria invirtiese 1.200 millones de euros en las 82 fábricas existentes en España entre los años 2005 y 2008.
Querol ha lamentado que suceda en un momento en que la industria del papel debería volver a una “fase expansiva de inversiones” y en la que el Gobierno debería estar impulsando la reindustrialización.
“Sé y me consta que el Gobierno quiere apostar” por ello, pero es el momento “de pasar de las palabras a los hechos”, ha destacado.
Propuestas de la patronal
Aspapel ha mantenido varios contactos con el Ejecutivo en los que ha entregado sus propuestas basadas en un coste final de la electricidad y del gas competitivo (a ser posible por debajo de la media de la Unión Europea), un suministro de las materias primas, una política de bosques y de reciclaje, y una industria del papel como sector básico de la economía española.
Otras de las demandas del sector es la autorización a la circulación de camiones de transporte de mercancía de madera de 44 toneladas, y que la reforma laboral ahonde en la flexibilidad en la organización del trabajo.
Resultados
Querol ha destacado que los resultados de enero-abril 2014 reflejan un descenso de la producción de papel del 0,5 % y de la celulosa del 3,1 %, y un incremento de las exportaciones del 3,4 %.
En 2013 la producción de papel ascendió a casi 6,2 millones de toneladas (el 0,1 % más que un año antes frente a la caída en la UE del 1,2 %) y la de celulosa a 1,9 millones de toneladas (el 0,2 % menos, cuando en la UE descendió el 1,5 %).
Las exportaciones suponen el 66 % de la facturación total del sector, que asciende a 4.263 millones de euros, el 1,3 % menos, y en su gran mayoría van a la Unión Europea, aunque en los últimos años las ventas han crecido en los mercados asiáticos y americanos por la caída de la demanda comunitaria. EFEverde