Caty Arévalo.- París, 16 dic (EFEverde).- Laurence Tubiana, la embajadora de Francia en la cumbre del clima (COP21) de París, que lideró el pacto climático histórico logrado el pasado sábado junto al ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, asegura que quienes dicen que ese acuerdo es débil “es porque no lo han leído”.
En una entrevista telefónica con Efe para valorar el resultado de la Cumbre, Tubiana afirmando que el acuerdo climático universal alcanzado no “sirve para nada”.
“Son críticas con falta de realismo, todo el mundo sabía que no era posible alcanzar un pacto como el protocolo de Kioto, que sólo implicó a 15 países, porque ahora aspirábamos a incluir a 195 países, este iba a ser, desde el principio, un acuerdo diferente en el que cada país aporta sus planes de reducción de emisiones y se van mejorando cada cinco años”, explica.
“Conseguir este acuerdo lo más complejo que alguien pueda imaginar, no sé qué más querían”, agrega.
A juicio de Tubiana, una de las diplomáticas que mejor conoce las negociaciones climáticas con más de dos décadas implicada en las mismas, “el Acuerdo de París tiene una sustancia enorme para mover la economía en una nueva dirección“.
Y es que, uno de los principales objetivos del pacto esa mandar “una señal fuerte a los mercados de hacia donde irá la economía del futuro”, y en ese sentido, cree que ya ha marcado “un punto de inflexión” y que supone “el primer paso hacia una economía baja en carbono”.
“La señal económica que ha dado el acuerdo ha sido increíble, estos dos días han subido enormemente los valores en bolsa de las energías renovables, y las inversiones en combustibles fósiles han caído notablemente“, sostiene.
“Es sólo el comienzo, las energías renovables se van a abaratar muchísimo” a raíz de este acuerdo, insiste.
“Esa es la interpretación del acuerdo que yo esperaba por parte de los mercados, y se ha dado de inmediato”, sostiene Tubiana, a quien el presidente francés François Hollando nombró en hace casi dos años para liderar la cumbre del clima de París por su profundo conocimiento de los actores implicados en las negociaciones y sus dotes de escucha.
La diplomática francesa reconoce que “no esperaba un acuerdo tan bueno” y admite que los últimos días pensó que “se iba a rebajar la ambición”.
Sin embargo “se ha logrado un acuerdo ambicioso en la aspiración de mantener la temperatura muy por debajo de dos grados y en tratar de no superar el 1,5, así como en fijarse el objetivo de cero emisiones netas en la segunda mitad de siglo”.
“Yo pensaba que esos objetivos de ambición tan fuertes no llegarían a salir y ahí están en el acuerdo, junto a unos mecanismos de transparencia fuertes para revisar los compromisos nacionales de reducción de emisiones cada cinco años”, indica.
“Esas revisiones crearán un contexto de presión recíproca entre los países que forzará al cumplimiento, nadie querrá quedar señalado como el que no hace lo que promete“, apunta.
Aún así reconoce “que hay mucho margen para implementar el acuerdo al alza, y que el texto está pensado para ir evolucionando hacia una mayor ambición”.
Tubiana recuerda que nada más firmarse el pacto, el presidente Hollande ya propuso la celebración de una gran conferencia en 2018 para revisar al alza los compromisos presentados por los países para París, que no entrarán en vigor hasta 2020.
La embajadora francesa reconoce que Francia “ha sabido jugar muy bien sus cartas” para conseguir este pacto, pero que este no hubiera sido posible “sin la voluntad de todos los países”, y, en ese sentido, subraya que “ha habido acuerdo porque todos querían que lo hubiera”.
Al igual que Francia pidió a Perú, anfitrión de la penúltima cumbre del clima, celebrada en Lima, que le acompañara en la preparación de la conferencia de París; los franceses apoyarán a Marruecos en la organización de la próxima reunión, la COP22 de Marrakech adelanta Tubiana.
“Perú nos facilitó muchísimo la vida, porque en todo momento nos dio la perspectiva de un país en desarrollo, muy diferente a Francia, y ahora va a ocurrir al revés, nosotros les daremos otro punto de vista, y compartiremos con Marruecos todo las capacidades que hemos adquirido para orientar las negociaciones”, concluye.