Este volcán registró el pasado 3 de junio una de las erupciones más fuertes de su historia y que, en una decena de días, causó al menos 190 muertos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumehgt) indicó, en un boletín, que el tremor -vibración interna- ha disminuido, pero continúan las explosiones débiles y moderadas que elevan una columna de ceniza a 4.800 metros.
La columna se dispersa hacia el suroeste y el oeste y ya han caído finas partículas en algunas poblaciones como Panimaché 1, Morelia, Santa Sofía, Sangre de Cristo y finca Palo Verde.
Pero además de la ceniza, el cono genera sonidos débiles y moderados similares a la locomotora de un tren y genera pulsos incandescentes a 300 metros.
«No se descarta la posibilidad que se generen nuevos flujos de lava en las distintas barrancas, así como eventos con flujos piroclásticos», indicó el instituto, que recomendó a la población estar atenta a sus informaciones.
El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura, está situado entre los departamentos guatemaltecos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez. EFEverde