Barcelona ha registrado en menos de dos meses seis intensos aguaceros, un fenómeno inusual que los expertos no dudan en atribuir al cambio climático, que presagia un mayor número y más severidad en las inclemencias meteorológicas.
Las intensas lluvias registradas en Cataluña desde anoche y hasta primeras horas de esta mañana han originado más de medio millar de incidencias, especialmente en las comarcas tarraconenses del Baix Camp y el Tarragonès, aunque ninguna de ellas con consecuencias graves, ha informado Protección Civil de la Generalitat.
Según datos del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), la ciudad de Barcelona, donde ayer en poco tiempo cayeron 98 litros de agua por metro cuadrado que inundaron calles, bajos y garajes, soportó el 17 de agosto otro intenso aguacero que dejó 65 litros por metro cuadrado.

El 31 de agosto se repitió una fuerte tormenta que registró 74 litros por metro cuadrado en el Aeropuerto de El Prat, mientras que el 6 de septiembre un intenso aguacero dejó 111 litros por metro cuadrado en Montjuïc.
El 12 de septiembre otra tormenta hizo caer 47 litros de agua por metro cuadrado en el Eixample y el 18 de septiembre un chubasco recogió 41 litros por metro cuadrado en los pluviómetros de la misma zona.
Los meteorólogos habían avisado que hoy todavía había riesgo en la ciudad de Barcelona de un nuevo temporal de agua, pero finalmente, aunque ha llovido, hasta ahora no lo ha hecho con tanta intensidad como se esperaba y no se han repetido las inundaciones de ayer.
Cambio climático
El investigador del Centro de Investigación Aplicada en Hidrometeorología (Crahi) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Marc Berenguer, ha explicado hoy a la televisión municipal Betevé que el aumento de los episodios de lluvias torrenciales es una consecuencia del cambio climático y ha avisado de que “ya nos podemos ir acostumbrando”.
Según Berenguer, Barcelona tiene un buen sistema de alcantarillado, pero ha reconocido que en episodios como el de ayer, con mucha acumulación de agua en poco tiempo, se pueden producir inundaciones.
Aún así, como se prevé que el cambio climático origine cada vez más episodios meteorológicos adversos, ha propuesto que se mejoren las infraestructuras y también las predicciones meteorológicas para poder prever las consecuencias con antelación y advertir a la población.
“La población tiene que saber comportarse para adaptarse al impacto de la lluvia”, ha dicho Berenguer, que ha advertido que, aunque se endurezcan los criterios de construcción de las infraestructuras, “siempre habrá episodios naturales que nos sobrepasarán”. EFEverde
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