El Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera ha renovado su consideración de Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), tras superar la evaluación periódica que acredita que mantiene los requisitos para ello, entre otras cuestiones por la elevada biodiversidad que acoge.
Las ZEPIM son áreas de la mediterránea que son importantes para la conservación de la biodiversidad y con un interés científico, estético, cultural o educativo especial, ha recordado la Conselleria balear de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado.
En el caso de Cabrera, la evaluación destaca la relevancia ambiental y cultural del archipiélago. El Parque Nacional de Cabrera es una de las nueve ZEPIM que hay actualmente en España.
El cumplimiento de los requisitos que fija el protocolo de las ZEPIM se revisa cada 6 años por parte del Centro de Actividad Regional para Áreas Especialmente Protegidas (SPA/RAC), que ha constatado que el parque sigue cumpliendo esos criterios.
El examen ha tenido en cuenta la presencia de especies endémicas en el archipiélago; la gran representatividad de un hábitat protegido como son las praderas de posidonia y la diversidad de especies identificadas en su medio marino, con más de 300 distintas.
Se ha tenido en cuenta, también, la relevancia cultural del archipiélago donde se encuentran restos de antiguas culturas mediterráneas, como por ejemplo la griega, romana o la bizantina.
El protocolo que regula las ZEPIM se aprobó en 1995 y es uno de los acuerdos que se derivan del Convenio para la protección del medio marino y la región costa de la mediterránea (Convenio de Barcelona) de 1976, enmarcado a la vez en el Plan de Acción para el Mediterráneo, del Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente.
Un total de 22 países de la ribera mediterránea han subscrito hasta hoy el Convenio de Barcelona. EFEverde