Este lunes, el Ebro alcanzó en la capital los 1.505 metros cúbicos por segundo y 4,27 metros de altura, en nivel de alerta roja, la misma que la población navarra de Castejón, donde el volumen de agua, sin embargo, ha comenzado a descender.

Estos son los datos de las 19.00 horas recogidos en el Sistema Automático de Información Hidrológico (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que predice que la punta de la crecida llegará a mediodía de hoy a Zaragoza.

La CHE no espera que las nuevas precipitaciones previstas para martes generen aumentos de caudal superiores a los ya registrados en el episodio actual.

Aunque se trata de una avenida ordinaria, este episodio supera a la crecida del año pasado, registrada el 7 de marzo, cuando alcanzó los 4,40 metros de altura y un caudal de 1.543 metros cúbicos por segundo, aunque está por debajo de la del 10 de febrero de 2003 con 5,76 metros y un caudal de 2.950 m3/sg.

No obstante, el Ayuntamiento de Zaragoza ha activado el Plan municipal de Protección Civil en el primer nivel, de alerta, con el fin de minimizar los riesgos y molestias que pueda provocar la riada.

Novillas y Gallur

En Novillas (Zaragoza), la punta de la crecida ha dejado afecciones en diez o doce casas del casco urbano y en alrededor de 1.500 hectáreas de cultivos, además de en otras 1.800 en la zona de Gallur, según ha dicho a Efe Antonio Manero, de la Plataforma de Afectados por las Inundaciones.

El alcalde de Novillas, José Ayesa, ha insistido en que a pesar de que está calificada de ordinaria, la riada está provocando más daños que otras crecidas consideradas extraordinarias, porque el cauce del río está sucio y la lámina de agua afecta en cada episodio a más superficie. EFEverde