Madrid, 6 oct (EFE).- La crisis climática ha producido un cambio en el patrón de contagios de enfermedades transmitidas por parásitos en los animales porque “los otoños y los inviernos han dejado de existir” y que pueden afectar a las personas, ha explicado a EFE Agustín Estrada, profesor de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR).
Estrada, profesor de parasitología y zoonosis, forma parte de la iniciativa #ProtectOurFutureToo (POFT) de la multinacional veterinaria MSD Animal Health, que reúne a otros 20 expertos de 30 países.
La iniciativa pretende concienciar y ayudar a los dueños a proteger a sus mascotas en una campaña europea que acusa la mayor incidencia de nuevos parásitos a causa de la subida general de temperaturas en el planeta.
Los parásitos que tenían su estacionalidad, es decir, los que aparecían en primavera, vivían todo el verano y luego desaparecían, ya no tienen barreras para actuar fuera de su temporada: “Lo que antes eran cuatro meses de tratamiento, ahora pueden ser, según la zona, diez meses o todo un año”, ha detallado Estrada.
Es una situación ante la que es importante que los dueños de mascotas acudan a su veterinario local para que este “establezca unas pautas de desparasitación más amplias”.
El experto ha comentado que es fundamental que los especialistas de salud animal hagan llegar las evidencias de que tienen que poner medios “si quieren proteger a sus mascotas de los parásitos”.
El profesor Jacques Guillot, miembro del Colegio Europeo de Parasitología Veterinaria, ha subrayado en el foro POFT, que todos los organismos “están conectados”, y es esencial “cuidar de los animales y del medioambiente” para tener “una mejor salud humana”, por lo que los veterinarios locales deben promover la vacunación y los tratamientos a fin de “evitar extrapolar enfermedades animales a los dueños”.
Entre lo factores que pueden favorecer la introducción de nuevas infecciones y enfermedades está, por un lado, la migración de miles de aves que llegan desde África por el aumento de temperaturas y “traen garrapatas infectadas por otros patógenos que se quedan aquí” al encontrar ambientes más apropiados, ha puntualizado Estrada.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]Por otro, la acción humana incide en la propagación de parásitos: “Nos encanta repoblar los bosques con ciervos o corzos, lo que es una fuente de alimento perfecta para las garrapatas, por lo que estamos propiciando que haya más”, ha destacado el profesor de la UNIZAR, “no solo porque hay mejor clima, sino porque les estamos dando de comer”. [/box]
La profesora de medicina veterinaria de la Universidad de Hannover (Alemania), Christina Strube, ha apuntado en el foro POFT el traslado de mascotas por mudanzas o viajes como otro de los factores de riesgo de infecciones y ha subrayado la importancia de “encontrar las medidas profilácticas adecuadas para realizar cada desplazamiento”.
ANIMALES EN EL HOGAR
La mascota, según Estrada, puede actuar “como un receptor o ‘recirculador’ de garrapatas dentro de los hogares”, el parásito más habitual de los animales de compañía, que contagia enfermedades que pueden pasar a los humanos como la babesiosis -similar a la malaria-, la erliquiosis -afecta al sistema inmunitario- y la rickettsiosis -fiebres y vasculitis- entre otras.
“No sabemos prácticamente nada en cuanto a procesos víricos, pero sabemos que hay virus circulando por ahí que pueden afectar a nuestras mascotas”, ha señalado Estrada, quien asevera que a parásitos como las garrapatas “les encanta vivir en las perreras, en los jardines y en las casas en las que encuentran un ambiente ideal” y que hay que tomar medidas para asegurar la protección de los animales.
Concluye que “es importante explicar a los propietarios de las mascotas que el protegerles frente a la picadura de los parásitos externos, supone también protegerles frente a la infección de graves enfermedades vectoriales”. EFEverde