EFEverde.- La elevada contaminación que ha afectado a la capital chilena ha disminuido hoy, por lo que las autoridades decretaron para este miércoles menores restricciones a las fuentes contaminantes y el transporte.
La Intendencia (gobernación) de Santiago redujo las medidas para combatir la polución desde “preemergencia” a “alerta” ambiental, por lo que mañana no podrán circular sólo los automóviles sin catalizador cuyas matrículas terminen en determinados números.
Desde hace varios días Santiago de Chile ha registrado una muy mala calidad del aire con pésimas condiciones de ventilación, que se han acentuado por una ausencia casi total de lluvias en la zona central del país.
Ello ha implicado que en lo que va de junio se haya decretado seis veces el estado de “preemergencia” ambiental y una vez de “emergencia”, lo que ha significado aumentar las medidas para tratar de controlar la contaminación.
Así se ha dispuesto la prohibición de funcionamiento de industrias con elevados niveles de emisiones, de calefactores a leña y el uso de vías exclusivas para el transporte público con el fin de desincentivar la circulación de automóviles particulares con y sin convertidor catalítico.
El lunes, emergencia, después de 16 años
El lunes se vivió uno de los episodios más graves de polución, lo que llevó a decretar emergencia ambiental por primera vez en 16 años.
Ese día se extremaron las medidas restrictivas en un esfuerzo por combatir la polución y se prohibió la circulación de un 40 % de los vehículos con catalizador y del 80 % de aquellos que carecen de ese dispositivo.
Además, se procedió a la paralización de actividades de 3.000 industrias contaminantes y se suspendieron las actividades al aire libre.
Parámetros internacionales de calidad del aire
Para intentar buscar una solución de más largo plazo, el Gobierno anunció que se estudiará un nuevo plan de descontaminación para la capital chilena.
Ello conllevaría elevar el estándar para medir la calidad del aire de acuerdo con parámetros internacionales y hacerse cargo de los problemas de contaminación que generan las industrias y el transporte público y privado.
Sin embargo, este nuevo plan sólo entraría en vigor en 2016.
Entre tanto, las autoridades han decido seguir aplicando las restricciones a las actividades más contaminantes para tratar de controlar la situación.
Santiago, enclavada en un valle rodeado de montañas, es una de las capitales más contaminadas de América Latina, principalmente en otoño e invierno, debido a la ausencia de brisas que dispersen las partículas contaminantes y al fenómeno de inversión térmica. EFEverde