Un investigación de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH) y el Jardín Botánico de Valencia pretende determinar si la Nicotiana glauca, conocida como árbol del tabaco, de carácter ornamental y utilizada como fuente de biocombustible, supone una amenaza real para la vegetación autóctona en España.
Su alto nivel de eficiencia se debe a que su condición de biomasa lignocelulósica permite que la mayor parte de su masa sea aprovechable como combustible, características por la que fue validada por el Ministerio de Agricultura como cultivo energético, ha informado la universidad en un comunicado.
Especie invasora
El pasado 2 de agosto esta especie fue incluida en el listado de plantas invasoras y ahora se pretende evaluar si esta fuente de energía sostenible supone realmente o no una amenaza para la flora y la vegetación autóctona española.
Con el fin de compatibilizar el cultivo de esta nueva fuente de energía sostenible con la conservación del medio natural, el Grupo de Investigación SEPLAN de la CEU-UCH y el Jardín Botánico de Valencia ha decidido emprender un estudio completo sobre la capacidad potencial de expansión de Nicotiana glauca en España.
Energía renovable
Antes de agosto de 2013 este cultivo había sido fomentado tanto por la administración española, como por la europea, en su apuesta por la investigación y el uso de energías renovables, así como por el beneficio social y económico que esta innovadora actividad agrícola puede suponer.
Según señala la investigadora principal del Grupo SEPLAN, Isabel Martínez Solís, todavía no existen datos científicos suficientes para evaluar el carácter invasor de Nicotiana glauca.
“No se han realizado aún trabajos específicos sobre el área de distribución en España de esta especie a partir de datos de campo, ni sobre su evolución, contrastados con datos bibliográficos y de herbario”, ha explicado.
Martínez ha incidido en que tampoco hay trabajos sobre su efecto en la vegetación en la que se instala en el territorio peninsular y faltan estudios que permitan evaluar el potencial biológico de la planta en España, relativos a su germinación, tiempo de permanencia del banco de semillas en el suelo o la viabilidad de las semillas.
“Los tres estudios en los que se apoya la catalogación actual como especie invasora por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente no incluyen este tipo de datos”, ha asegurado la investigadora.
Contrastar datos
El proyecto contempla un completo trabajo de campo que permita contrastar los datos citados en las referencias bibliográfica y obtenidos en los herbarios y actualizar la cartografía y demografía de la especie.
De esta forma se delimitan las zonas de España en las que pueda existir un efecto perjudicial y en las que se deban establecer planes de control y erradicación de la planta y las zonas en las que la presencia de Nicotiana glauca no supone peligro alguno.
Este trabajo de campo también señalará aquellas zonas en las que, por sus condiciones ambientales, la especie podría llegar a ser un peligro potencial si no se implementaran planes de control.
El grupo de investigación SEPLAN está integrado por profesores de la CEU-UCH, la Universidad de Valencia, la Universidad CEU San Pablo de Madrid y la Universidad de Padua (Italia). EFE
mc