Flix (Tarragona) (EFEverde).- La compañía eléctrica Endesa lleva a cabo hoy aguas abajo del sistema de embalses Mequinenza-Riba-roja d’Ebre-Flix, en Tarragona, de acuerdo con la Confederación Hidrogràfica del Ebro (CHE), un desembalse de agua que provocará que el caudal del río llegue a los 1.200 m3/s en Flix.
Según informa la CHE, este desembalse cumple el protocolo fijado entre Endesa y la Confederación para intentar frenar el fuerte desarrollo de la vegetación acuática (macrófitos) en el río Ebro en su tramo inferior.
La operación se desarrolla, según lo previsto, desde las 8.30 y hasta las 21.00 horas de hoy y el caudal máximo que se alcanzará es de 1.200 m³/s.
Este año se ha modificado ligeramente el hidrograma -uno de los métodos utilizados en hidrología para la determinación del caudal producido por una precipitación en una determinada cuenca hidrográfica- respecto a anteriores crecidas controladas para conseguir un caudal lo más sostenido posible gracias a la confluencia, aguas abajo de Ascó, de tres puntas de crecida de distintas magnitudes.
Así, a las 8.30 horas se ha desembalsado hasta 550 m³/s, a las 9.30 horas las aportaciones se han situado en 900 m³/s y, por último, a partir de las 10.30 horas ha comenzado el aumento de las salidas desde el embalse hasta alcanzar a las 11.00 horas los 1.200 m³/s que se mantendrán hasta las 13.30 horas, para después descender progresivamente.
La adaptación de este hidrograma es el resultado de la colaboración de expertos en la mejora de estos protocolos, entre ellos, miembros de la Universidad de Lleida.
Estos desembalses se realizan normalmente en primavera y otoño, en función de la disponibilidad de agua en el embalse de Mequinenza y se controlan para no causar afectaciones aguas abajo.
Los efectos de la crecida de los caudales se notarán principalmente en el meandro de Flix, Ascó y Vinebre, y a partir de Móra d’Ebre la laminación natural de la crecida disminuirá su efecto.
La Confederación ha realizado seguimientos de la presencia de plantas acuáticas, principalmente en este tramo bajo del Ebro y controla anualmente la población de macrófitos en los desembalses controlados, siguiendo su nivel de cobertura antes y después de cada crecida programada.
En esta ocasión los análisis se han efectuado desde la pasada semana y tras la crecida se esperará dos semanas para realizar los controles. EFEverde