El grupo ecologista GOB ha pedido hoy al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que se oponga a la ampliación del Club Marítimo del Molinar, en Palma, por el elevado impacto que implicaría que pase de 75 a 315 amarres, con un aumento del 734 % de su ocupación terrestre y sobre el agua.
GOB ha criticado en un comunicado que el supuesto proyecto de “mejora y remodelación” de las instalaciones del Club Marítimo del Molinar en realidad es “una ampliación de grandes dimensiones que desfigurará la barriada del Molinar y generará unos impactos inasumibles” para el litoral, por lo que ha solicitado que se retire esta propuesta.
El GOB ha calificado la ampliación de “proyecto desmesurado e injustificado” que implicaría que las instalaciones pasarían de ocupar la actual superficie de 9.991 metros cuadrados a 73.343, lo que incluiría además del aumento de puntos de amarre la construcción de una piscina y una pista de paddle.
Según la organización conservacionista, la construcción de espigones perpendiculares de una longitud de hasta 290 metros provocará alteraciones incontroladas de la dinámica de costa tales como depósitos de alga y arena que, añadidas a la gran tamaño del puerto, significarán una alteración notable del paisaje litoral.
La línea de costa de Palma, que va desde Cala Mayor a Can Pastilla y abarca 13 kilómetros lineales, acoge un total de 7 clubes náuticos con un total de 2.699 amarres, según ha recordado el GOB.
Ha detallado que se trata de Cala Nova (214 amarres y eslora hasta 16 metros), Club de Mar (575 de hasta 350 metros), Real Club Náutico de Palma (971 amarres hasta 40), el Portixol (288 hasta 8), Club Náutico del Molinar de Levante (75 amarres de una eslora de hasta 8 metros), Cala Gamba (250 amarres hasta 12) y Club Náutico de Can Pastilla (326 amarres y eslora hasta 20).
El GOB ha recalcado que el impacto de la obra sería tanto ambiental y paisajístico como sobre los valores histórico, sentimental, emblemático y turístico del Molinar y ha recordado que la oposición al proyecto ya ha sido manifestada por vecinos y asociaciones del barrio, así como por las organizaciones ARCA y Oceana.
Entre los efectos negativos de la ampliación señalados por el GOB a largo plazo figuran el consecuente incremento del tráfico de vehículos en un barrio de calles estrechas y escasas plazas de aparcamiento, así como la contaminación acústica que supondría y la degradación de la calidad de las aguas en las zonas de baño colindantes. EFE