El uso de la bicicleta para ir a trabajar reduce el absentismo laboral en un 25 por ciento, según datos de GrassRoots, una compañía que ha presentado hoy en el Ministerio de Hacienda una iniciativa a favor de que la bici se incluya entre los beneficios de la retribución flexible.
En concreto, ha solicitado un cambio en el marco legal para que la fiscalidad de la compra de las bicicletas pueda incluirse en dicho concepto, según la nota de prensa enviada hoy por la empresa, dedicada a la movilidad sostenible.
En España, los desplazamientos laborales representan un tercio del total de trayectos efectuados cada año.
Fomentar el transporte sostenible entre los empleados “trae muchas ventajas a las empresas y es una fuente de negocio” para distintos sectores de la economía.
Centrándose en la bicicleta, se estima que un incremento de su uso de un 20 % de la población puede suponer una inyección económica de 500 millones de euros para España.
Este modelo puede constituir “un pilar de la estrategia en Responsabilidad Social Corporativa de las compañías”, apoyando hábitos más saludables y respetuosos con el medio ambiente entre los empleados.
Unos cambios que no implican inversiones, subraya GrassRoots, que recuerda que ya hay países europeos que han puesto en marcha iniciativas similares.
Reino Unido, experiencia
En el Reino Unido, donde GrassRoots ofrece este servicio para empresas desde hace más de ocho años, participan 34.000 empresas con 430.000 empleados”.
La iniciativa ha recibido un fuerte apoyo por parte de los empleados y ha cambiado sus hábitos de forma positiva ya que 61 % de ellos no iban en bici al trabajo antes.
Este modelo ha dado un impulso importante a la industria de la bicicleta: un 25% de las ventas de bicis corresponden a esa iniciativa.
Además, la práctica diaria de ejercicio físico ha influido positivamente en la salud de los trabajadores.
Las empresas apuntadas al programa han registrado “una reducción del 25 % del absentismo laboral lo que supone un ahorro de 155 millones de euros al año para estas compañías y de más de mil millones de euros para el sistema sanitario inglés”. EFEverde