Madrid, 19 ago (EFE).- La basura orgánica, el agujero negro de los residuos que parece tragarse todo, puede ser, si se trata adecuadamente, una fuente de energía limpia de reconocida riqueza.
Aunque poco parece importar el recorrido que atraviesan los desechos una vez depositados en el correspondiente contenedor -gris o marrón-, el proceso que siguen depende en gran medida de su separación, responsabilidad que en España se confía al ciudadano. La modalidad mas cómoda y extendida en el país es depositar residuos orgánicos y reciclables en la misma bolsa, lo que dificulta y encarece su correcta gestión. La separación de residuos que no se hace en casa debe realizarse -en el mejor de los casos- en instalaciones multidisciplinares y especializadas como el Parque Tecnológico de Valdemingómez, en la Comunidad de Madrid, uno de los mas importantes de Europa. En Valdemingómez se encargan de dar un destino a la materia orgánica presente en la denominada "bolsa resto" -947.963 toneladas recogidas en 2009-, mediante procesos como el compostaje y labiometanización, en los que se revalorizan estos desechos, antes de optar por la incineración o el vertedero. "Cerca del 38% de los residuos que se generan cada día en España es materia orgánica", reveló a EFEverde Miriam Sánchez, directora del parque, quien considera necesario establecer un destino final adecuado para estos desechos. Con el compostaje, la fermentación aerobia de la materia orgánica para convertirla en fertilizante natural, se consigue "reutilizar" la basura y, según la Oficina de Información Estadística de la Unión Europea (Eurostat), España compostó en 2009 cerca del 24% de la materia orgánica recogida, mas de cinco puntos por encima de la media europea, estimada en el 18%. La recuperación energética de la materia orgánica puede realizarse por tres vías: almacenamiento y desgasificación en vertedero, desgasificación inducida en las plantas de biometanización, y la final incineración de lo que no puede aprovecharse, en España, cerca de un 21% de los residuos después de separar los materiales reciclables. Aunque se utiliza como fuente de energía calorífica y reduce significativamente el volumen de los desechos, la incineración puede ser muy contaminante si no se utilizan los filtros apropiados y se queman materiales tóxicos. De la fermentación de la materia orgánica en vertedero se produce además el biogás, un combustible con alto poder calorífico compuesto por una mezcla de metano y dióxido de carbono. Una alternativa a la desgasificación en vertedero es la biometanización, proceso que permite "obtener biogás de una forma mucho más rápida, reduciendo al máximo la emisión de metano a la atmósfera", ya que tiene lugar en recintos cerrados que no dejan escapar este gas, según explicación de Miriam Sánchez. La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, tal como se defendió el pasado mes en el Congreso, pretende reducir el volumen de basura que termina en los vertederos y favorecer una mejor gestión de los residuos. Sin embargo, organizaciones como Ecologistas en Acción lamentan que no sea mas "ambiciosa". "No hay objetivos fijados para la reducción de basura y no supera a la anteriormente vigente, que data de 1998", señaló la Coordinadora del Área de Residuos de esa organización internacional, Leticia Baselga. Según Baselga, la clave está en establecer una recogida de la materia orgánica separada desde el origen."La colaboración ciudadana en la gestión de residuos facilita el uso sostenible de los recursos, la protección del suelo, la producción de energía renovable y la lucha contra el cambio climático", añadió la experta. Y es que la basura bien gestionada, como la energía, no tiene por qué desaparecer, se transforma. EFE
