La energía nuclear fue, por séptimo año consecutivo, la principal fuente de producción eléctrica en España durante 2017 según el informe de la Sociedad Nuclear Española (SNE) presentado hoy, en el que la eólica se sitúa en segundo lugar, casi tres puntos porcentuales por debajo.
El estudio se ha hecho público durante una jornada sobre ‘Las Centrales Nucleares en 2017. Experiencias y perspectivas para el 2018’ convocada en Madrid y en la que participan en torno a 250 profesionales del sector y representantes universitarios.
Según el documento, que recoge datos provisionales facilitados por UNESA (Asociación Española de la Industria Eléctrica), la producción neta total de energía fue de 262.665 millones de kWh (kilowatios/hora) durante 2017.
[box type=”shadow” ]El grueso de la energía -casi el 57 % de la electricidad consumida en España- fue generada por el sector nuclear (con un 21,2 del total), el eólico (con un 18,3) y el del carbón (con un 17,2).[/box]El mix energético se completa, por porcentajes, con los aportes del gas natural-ciclo combinado (14,2), la cogeneración y el tratamiento de residuos (10,7), la hidráulica (7,8), la solar fotovoltaica más la térmica (5,2), el fuelóleo (2,7) y la biomasa y los residuos (2,7).
Consumo y emisiones
El presidente de la SNE, Juan Antonio Gago, ha calificado la energía nuclear de “pilar fundamental de aportación a la cesta eléctrica, frente a una potencia instalada de las más bajas”, debido a su contribución total de 55.612 GWh netos, que equivale más o menos al doble del consumo de la Comunidad de Madrid.
El documento facilitado por esta organización también destaca que durante 2017 el consumo aumentó un 1,1 % y subraya que la energía eólica “ha recuperado el segundo lugar en producción” al caer el carbón al tercero, “lo que implica un aumento de la energía producida libre de emisiones de hasta el 55 %”.
De ese porcentaje, la nuclear aportó cerca del 40 % según el estudio, que explica la reducción en un 5 % del total respecto al año pasado por la “sustancial” disminución de energía hidráulica debido a la ausencia de precipitaciones y la consecuente sequía del último año.
Seguridad
Gago también ha valorado el despliegue de la Unidad de respuesta de la Guardia Civil para protección de instalaciones nucleares, dentro del modelo de seguridad desarrollado por el Ministerio de Interior junto con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, además del Consejo de Seguridad Nuclear.
El coste aproximado, que no incluye turnos de trabajadores no permanentes, será de unos 61.000 euros por efectivo y “será asumido por los titulares”.
[box type=”shadow” ]Este despliegue se ha completado en Trillo y continuará durante 2018 en el resto de instalaciones -Ascó, Almaraz, Vandellós y Cofrentes- con un coste anual estimado de más de 4 millones de euros por emplazamiento.[/box]Las instalaciones españolas invierten en mejoras y modernización “una media en torno a 40 millones de euros anuales por central”, por lo que ha elogiado su capacidad técnica y de actualización, incluyendo “la implantación de acciones derivadas del accidente de Fukushima” en Japón en 2011.
Todo ello ha consolidado indicadores de seguridad y funcionamiento “de primer orden internacional” con los que se garantiza que “todas” estén en disposición de “operar a largo plazo”.
Por ello, Gago ha defendido la prórroga de autorizaciones para su actividad al menos hasta los 60 años “siguiendo el ejemplo de EE.UU. que, en algunos casos, prevé ampliar sus licencias hasta los 80 años”.
Mantenerlas operativas permitiría, según sus estudios, producir 1.200.000 millones de kWh durante este tiempo, además de reducir la dependencia energética del exterior y evitar la emisión a la atmósfera de más de 800 millones de toneladas de CO2, lo que posibilitaría el cumplimiento de los compromisos adoptados en la Cumbre de París de 2015.
Más datos
El presidente de la SNE ha celebrado los 50 años de producción nuclear en España, durante los cuales el sector “ha generado en total 2 billones de KWh” y ha comentado el “cierre productivo” de la central de Santa María de Garoña, para cuyo desmantelamiento “se está procediendo a los preparativos” necesarios.
El estudio también afirma que el sector genera 27.500 los puestos de trabajo directos e indirectos a tiempo completo y aporta 2.781 millones de euros al PIB nacional.
En cuanto a los residuos nucleares actualmente en los almacenes temporales de cada central, serán transferidos al futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) que actualmente se encuentra “en proceso para iniciar la construcción”. Efeverde