Un estudio conjunto del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad de Puerto Rico plantea que las aves acuáticas pueden ser las responsables del declive de anfibios en todo el mundo al dispersar un hongo letal para estos animales, según un comunicado facilitado hoy.
Se trata del hongo ‘Batrachochytrium dendrobatidis’, organismo responsable de la quitridiomicosis, una enfermedad que está diezmando las poblaciones de anfibios drásticamente.
El trabajo de investigación se ha centrado en la población de aves acuáticas de los Andes bolivianos para comprobar la presencia del patógeno en el tejido de las patas de las aves registradas entre 1977 y 1997, período durante el cual se registró un pico en la incidencia de la enfermedad en esta región.
El análisis de 48 ejemplares de aves combinado con el uso de técnicas de amplificación y secuenciación permitió confirmar la presencia del hongo en “casi la mitad de los especímenes”, ha explicado el investigador del MNCN-CSIC Ignacio De la Riva.
Patrón de propagación
La sospecha de que estas aves estén detrás de la difusión de este hongo se basa precisamente en el patrón de propagación “errático y a saltos” de la enfermedad entre los anfibios andinos.
Los investigadores sospechan que la cepa más reciente del hongo proviene de una más virulenta que surgió en el decenio de los 90 durante el siglo XX, coincidiendo con el drástico descenso de las poblaciones de anfibios sometidas a estudio.
El examen de los ejemplares en esta zona ha permitido localizar, además, el registro más antiguo encontrado hasta ahora del patógeno en una rana gigante que vivió en el lago Titicaca en 1863, lo que “pone de relieve una vez más la importancia de las colecciones científicas”. Efeverde